Enhorabuena enfermeras, ahora a por el 10

Las profesionales sanitarias de esta rama han logrado la nota más alta del país en el último barómetro del CIS en cuanto a la opinión social

Una enfermera cuidando de un paciente

Una enfermera cuidando de un paciente / Cedida a LNE

M. O.

La enfermería es una profesión muy demandada, para la que muchas y muchos jóvenes quieren prepararse por diferentes motivos. Sin duda, el principal es que se trata de una profesión con un elevado índice de empleabilidad. 

Prepararse para ser enfermera conlleva una serie de sacrificios que supondrán empezar por tener un expediente impecable que nos permita estudiar en Asturias o emigrar a otras provincias del estado a estudiar (con el esfuerzo familiar o personal que puede suponer) o en el peor de los casos optar por una universidad privada (hasta ahora no era posible en Asturias, también había que viajar).

La enfermería es una prioridad mundial. De hecho, la Organización Mundial de la Salud sugiere mejores ratios de enfermeras por habitantes y más formación basándose en estudios científicos. Estos, evidencian que más enfermeras y mejor formadas contribuyen decisivamente en la mejora de la salud de los ciudadanos.

Si analizamos el último barómetro sanitario del CIS, podemos ver la buena valoración que los asturianos hacen de las enfermeras que les cuidan. Dentro del ámbito hospitalario, los ciudadanos les dan una puntuación de 8,57 sobre 10, siendo la puntuación más alta de las profesiones sanitarias. En cuanto a atención primaria, son los profesionales más confiables con un 8,35 sobre 10. Esta nota les coloca terceras en el ranking nacional y también por encima del resto de profesiones sanitarias en el Principado. 

Trabajo en un hospital

Trabajo en un hospital / Cedida a LNE

Una profesión aclamada

Los ciudadanos reconocen su profesionalidad y compromiso. Sin embargo, la sensación de las enfermeras es que las administraciones públicas y las empresas privadas no hacen una apuesta clara por las enfermeras asturianas. Y en este caldo de cultivo, los índices de profesionales "quemadas" se disparan, y ante la falta de enfermeras surgen ideas felices que pretenden solucionar de forma sencilla lo que no es tan sencillo.

Durante los últimos años la oferta universitaria asturiana ha sido pobre, no solo en plazas sino en programas de investigación y postgrado. Tenemos una Universidad pública potente y bien ataviada, pero las enfermeras que quieren hacer un doctorado deben acudir a líneas de investigación de otras ramas del conocimiento o salir a doctorarse en universidades fuera de Asturias.

Faltan enfermeras

La falta de enfermeras en el ámbito sociosanitario, a pesar del alto nivel de cualificación, las enfermeras son maltratadas y cuando no, despreciadas como profesionales que de verdad pueden cambiar el sistema de apoyo a las personas dependientes. En el ámbito público su reducción progresiva en los últimos años ha hecho reducir turnos y plantillas, lo cual tiene consecuencias asistenciales. Por otra parte, en el ámbito privado, se hacen mil trampas para que las residencias eviten contratar enfermeras provocando su desaparición.

Por no hablar de las que trabajan en otros ámbitos sociosanitarios de gran importancia, como centros escolares o de educación especial, centros de menores, etcétera. Estos lugares suelen ser olvidados, donde no se valora el trabajo que pueden tener las enfermeras aquí. Y lo más chocante es que, en ell ámbito sanitario, que es el mayoritario y mejor tratado en cuanto a condiciones laborales y salariales, la cosa tampoco va mejor. 

En un mundo como el actual tan proclive a la autocomplacencia, desde el Colegio de Enfermería no solo quieren "dar la enhorabuena a nuestras compañeras por su compromiso y la calidad de su trabajo", sino que también quieren comprometerse a que "la profesión siga creciendo y a poner los medios para que las enfermeras asturianas lleguen al 10", refiriéndose a la nota obtenida en el barómetro sanitario del CIS. 

Además, el presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Asturias, Esteban Gómez, insiste sobre que las administraciones públicas deben "arriesgarse" y que, pese a las presiones, dejen lo de siempre y que "apuesten por algo que los ciudadanos aprecian".

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