La Universidad llamó "a la calma" ante una situación "ajena a ellos"

"Os ruego que se mantenga la calma ante esta situación imprevista y ajela a la Universidad". Asi empezó el Resctor de la institución asturiana, Ignacio Villaverde una carta enviada a todos los decanos y directores pertenecientes a la organización.

En ella, se daban una serie de pautas ante la imposibilidad de mantener la actividad diaria de las facultades y centros. Lo primero que se hizo fue, suspender las clases. Sin embargo, los edificios permanecieron abiertos en el horario habitual para tratar de "atender a las personas que, por falta de transporte público no puedan regresar a su domicilio", solicitaba Villaverde en la misiva.

En esos primeros minutos, la Universidad también valoró hacer un protocolo de actuación, para canalizar las posibles incidencias algo que, con la reparación de la red electrica no fue necesario.

En las facultades, muchos alumnos esperaban a la entrada para reanudar las clases, pensando que el apagón era local.

Sin embargo, poco a poco fueron llegando noticias sobre el alcance de la incidente y optaron por volver a casa.