Estudiar sin tecnología en el móvil: "Me las arreglé como antes, con boli y papel"

Los jóvenes, acostumbrados a conectar con sus amigos por aplicaciones, viven unas horas de desconcierto y diversión: "Es una situación extraña"

Desde la izquierda y en el sentido de las agujas del reloj, Martín Fernández, Santiago García, Ángela Fanjul, Alejandra García, Elena García y Naira Cámara, en un banco del campus ovetense de Llamaquique. |

Desde la izquierda y en el sentido de las agujas del reloj, Martín Fernández, Santiago García, Ángela Fanjul, Alejandra García, Elena García y Naira Cámara, en un banco del campus ovetense de Llamaquique. |

Oviedo

Alejandra García es estudiante de Matemáticas en la Universidad de Oviedo. Durante la noche del lunes al martes, volvió a perder la cobertura de su móvil y, cuando despertó, la situación no había mejorado. Tampoco tenía internet en su casa y pensó en ir a la facultad para estudiar. La cuenta atrás para los exámenes ha comenzado: "Son en dos semanas". Sin whatsapp ni instragram ni otras aplicaciones, no tenía forma de contactar con sus amigos. Sin embargo, todos tomaron la misma decisión, a pesar de que no se habían puesto de acuerdo: "Nos encontramos en la biblioteca". Algo que les permitió compartir comida en las mesas y bancos que hay enfrente de la Facultad de Educación y Formación al Profesorado donde aprovecharon para disfrutar del buen tiempo. "Estoy tirando del wifi todo el rato porque todavía no me volvieron los datos", contaba la joven. "Es extraño", reconoce.

La Universidad de Oviedo suspendió las clases la tarde del apagón. Cada uno de los estudiantes, tomó un rumbo. Juan Boudón apostó por estudiar álgebra. "ChatGPT explica muy bien los teoremas y las demostraciones, pero en la tarde de ayer no lo pude utilizar. ¿Cómo me las arreglé? Pues como se hacía antes, con boli y papel", comentaba a la salida de un examen de técnicas experimentales. "El apagón no suspendió la prueba", comentaba, mientras que sus compañeros Irene Álvarez y Óscar Goimard optaron por aprovechar el buen tiempo. "Fuimos hasta la playa de San Lorenzo de Gijón y había más gente", relataban.

Por la izquierda, Manuel Peña, Irene Álvarez, Óscar Goimard, Adrián Sainas y Juan Boudón.    |

Por la izquierda, Manuel Peña, Irene Álvarez, Óscar Goimard, Adrián Sainas y Juan Boudón. |

Estar sin móvil y tener la familia fuera fue una preocupación para Adrián Sainas: "Mi familia es de Salamanca y el teléfono me iba a ratos. Hasta las diez de la noche no pude hablar por teléfono con mis padres y mis abuelos". Una situación parecida vivió Naira Cámara: "Mi familia estaba en Las Palmas". En Canarias, se libraron del apagón de luz, pero sufrieron los problemas de conexión del móvil y de internet.

¿Qué hacer sin móvil y cuándo el apagón ya llevaba unas horas? Santiago García fue a un supermercado y le sorprendió que ya no había algunos productos. "Faltaba agua y las neveras las tenías cerradas por la falta de luz", cuenta. Una de las ventajas del apagón, añadió, fue que muchas personas aprovecharon el tiempo enpara estar "en familiar". Parques como el de Teodoro Cuesta, de El Cristo, lucían lleno a media tarde y también había mucha gente caminando: "Iba a hacer lo mismo que ellos, pero cuando salí de casa volvió la luz y el móvil y di la vuelta".

Cargar el móvil

La falta de luz durante horas hizo que la batería se acabase y muchos tiraron de ingenio. Más de un vecino de Ciudad Naranco –en algunas calles el suministro no se recuperó hasta primera hora de la mañana de ayer– bajó a su coche en mitad de la noche para cargar el dispositivo. Otros aprovecharon la poca batería que tenían en sus portátiles . La falta de internet también afectó a negocios. Los trabajadores de una cafetería al lado del Ayuntamiento advertían a los clientes antes de pedir la consumición: "No se puede pagar con dinero; todo en efectivo porque el datáfono no nos funciona".

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents