El giro que anuncia el consejero Borja Sánchez para la política industrial asturiana: ganar competitividad

Todavía no ha tomado oficialmente posesión del cargo, pero Juan Carlos Campo ya tiene "deberes" como viceconsejero de Industria del Principado: relanzar una estrategia industrial para Asturias teniendo en cuenta las nuevas realidades y dando certidumbres al sector. El consejero de Ciencia, Borja Sánchez, explicó ayer que el objetivo es "asegurar no solo la producción actual, sino la futura" y para ser capaces "de liderar los cambios para que nuestras empresas e industrias sean capaces de competir en mercados globales, que cada vez son más inciertos".

Total renovación en Industria: la "regeneración" se impone

Ante una interpelación del diputado de Foro, Adrián Pumares, el consejero incidió ayer en la Junta General del Principado en la importancia de que la región cuente con una hoja de ruta y una estrategia "clara", afianzada en la alianza público-privada entre las empresas más representativas, patronal y sindicatos que ya está en marcha gracias al Foro por la Industria. "Ya hemos visto lo frágiles que somos, lo frágil que es nuestro estado del bienestar, lo hemos visto ayer mismo. Hacen falta planes ‘b’", dijo en referencia al gran apagón. Lo principal es que "los interlocutores sociales , empresariales y políticos estemos de acuerdo. Que tengamos unos objetivos y unos hitos que debatamos año tras año para ir adaptándolos" a las nuevas necesidades.

Sobre este trabajo que ha ya empezado a realizar, Sánchez explicó que su prioridad para Arcelor, más que conseguir una energía barata para igualarse a otros países, como le reclamó el diputado de Foro, es procurar el mantenimiento de la producción. "Conseguir que se materialicen todas las inversiones que se plantean. No solo la que está en curso con el alto horno eléctrico, sino ser capaces de electrificar las acerías y, por qué no, otro alto horno". Yo creo, añadió, "que ahí van a girar también muchas de las cuestiones que podamos atender a corto con respecto a Arcelor".

En lo que respecta a las ingenierías asturianas, Duro Felguera, TSK e Imasa, explicó que el origen de la problemática se enmarcan en un "paraguas global" que podría definirse como la "obsolescencia del modelo de ingeniería, adquisición y construcción de plantas o centrales de energía renovable que se entregan llave en mano y que ha generado tensiones a la hora de desplegarlas en otros países". Reconoció, por tanto, que estas empresas tiene un "entorno incierto" y que cuentan "con casuísticas diferentes", aunque ya están trabajando de su mano para buscar soluciones.

A pesar de esto, el consejero se mostró "moderadamente optimista" y valoró la opción de fomentar alianzas y procesos de fusión entre empresas más pequeñas para crear "grupos más competitivos a escala internacional". Entre sus objetivos está, por ejemplo, lograr que ciertas empresas sean tractoras de otras. "Asturias es una comunidad industrial. Casi el 21% de nuestro PIB es industrial, según los últimos datos que manejo. Esto no solo debe seguir así, sino que debe incrementarse. Tenemos que conseguir que a pesar del aumento del sector servicios, este porcentaje se mantenga. Porque eso significa empleos de calidad, no solo mantener y atraer producción, sino atraer producción en forma de nueva tecnología e I+D+i", indicó Sánchez, para quien es todo "un acierto" haber impulsado este tipo de instalaciones en las empresas.

Por su parte, el diputado de Foro, Adrián Pumares, defendió que "lo que necesita la siderurgia, y en concreto Arcelor, es energía barata. Unos precios de la energía que sean predecibles y competitivos. Y mientras no haya estabilidad y energía barata, más cerca estará Arcelor de llevarse la inversión a otra parte". Alertó, además, de que "Duro Felguera está en una situación crítica" y de que el problema es "estructural y afecta también a empresas emblemáticas como TSK e IMASA".

En este sentido, remarcó que los retos eran la falta de dimensión empresarial, las exigencias de innovación y certificación, y un entorno global muy competitivo. Por eso razón propuso establecer una hoja de ruta; impulsar convenios de innovación industrial, favoreciendo proyectosI+D+i; y crear un programa específico de apoyo a la homologación de empresas asturianas en sectores estratégicos como la defensa. "El verdadero éxito industrial llegará cuando las empresas asturianas compitan, crezcan e innoven desde aquí", concluyó.

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