Las peripecias de los asturianos en los trenes durante el apagón: "Es para no volver a subirse nunca más"

Militares de Cabo Noval ayudaron a evacuar un convoy que se quedó atrapado a medio camino entre Valladolid y Palencia

Así fue el caos vivido en un tren atrapado diez horas en la Variante de Pajares: "No podíamos ni ir al baño y no sabíamos nada, se especuló con un ataque nuclear"

Xuan Fernández

Xuan Fernández

Madrid

Xana Secades es de Lugones, estudia Arquitectura en Valencia y ayer, 29 de abril, el día después del gran apagón, se despertó todavía con mucha "preocupación" y con temblores en las piernas. "Todavía no me lo puedo creer, de momento no quiero volver a subirme a un tren", asegura. Secades es una más de las cientos de viajeras y viajeros asturianos que se quedaron atrapadas un AVE con destino o salida en Asturias durante el apagón. Su convoy, el 05750 con salida en Gijón a las 11.09, y con destino final en Castellón, fue el más accidentado, ya que estuvo alrededor de diez horas detenido en uno de los túneles de la Variante de Pajares, sin ninguna comunicación con el exterior.

"Mucha gente comentaba que se trataba de un ataque nuclear o un atentado. No sabíamos nada", asegura Secades, que subió al tren, lleno (500 pasajeros) en Oviedo con destino Valencia. A la entrada de la Variante, empezó a percibir que algo no iba normal: "Íbamos a una velocidad de 23 kilómetros por hora, me pareció raro". Una vez dentro de la Variante, en uno de los túneles, el convoy se detuvo en seco, pasadas las 12.30 horas, momento del gran apagón. "Lo primero que nos dijeron, por megafonía, era que no había tensión suficiente en las vías. Todos los pasajeros estaban tranquilos, aunque empezó a haber quejas de personas que llegaban tarde a trabajar".

En ese momento, en el exterior ya se empezaba a saber que se había producido un apagón a nivel nacional, pero nada conocían en ese tren, completamente aislado. "Llevábamos ya una hora y pico en el túnel y los baños se empezaron a saturar, porque las cisternas, que son eléctricas, no funcionaban. No podíamos ir al baño y olía muy mal". Los diferentes aseos de los vagones estaban desbordados de micciones, por lo que se cerraron. La tensión aumentaba.

Las primeras informaciones oficiales llegaron por medio de personal ferroviario que se subió al tren sobre las cuatro de la tarde. "Nos dijeron que se trataba de un apagón general y fueron vagón por vagón llevándonos agua, pero poca gente bebía, porque no se podía ir al baño, al estar impracticables los aseos". El personal abrió las puertas de los vagones para ventilar y permitieron a los usuarios salir al interior del túnel para hacer sus necesidades. En ese momento, la luz del tren todavía funcionaba, pero luego todo se quedaría a oscuras. "Mucha gente decía que igual estábamos mejor en el túnel que fuera, que a saber que estaría pasando", relata Secades. La cafetería del AVE se transformó en un hospital de campaña. "Nos dijeron que si alguien se encontraba mal que fuese para allí". Médicos y psicólogos que se encontraban en el convoy entre los pasajeros fueron a la cafetería para poder atender a los más nerviosos. También se repartió comida. Personal autorizado evacuó a una niña de diez años y a su familia sobre las cinco de la tarde. "No teníamos mucha información, preguntábamos y nadie decía nada, porque tampoco lo sabían". Alrededor de las 17.00 horas, personal del tren informó a los usuarios que otro convoy diesel trasladaría al AVE hasta la estación de León, sin dar plazos concretos. A las 18.30, el tren se quedó a oscuras. Sobre las 20 horas llegó el esperado tren diesel para remolcar al AVE, pero debido a las pruebas necesarias para realizar dicha operación, el convoy de pasajeros no se empezó a mover hasta una hora después. A las 21.45 el tren salió de uno de los túneles y pasadas las 23.00 llegó a León, casi doce horas después de su salida desde Asturias. "Personal de la estación nos trasladó que quizá fuese un autobús, pero no estaba nada claro. Mi familia fue a buscarme en coche", finaliza la asturiana. La situación de este tren, sin ser evacuado pese a estar dentro de un túnel, causó extrañeza en sectores ferroviarios. Fuentes próximas al Gobierno regional aseguran que el Principado actuó cuando tuvo conocimiento de que el tren permanecía atascado en Pajares y que ni Adif ni el Ministerio habían resuelto aún la situación en ese momento.

El AVE que había salido antes de Asturias, alrededor de las nueve desde Gijón, también tuvo dificultades. En su caso, estuvo detenido durante cinco horas muy cerca de la estación de Chamartín (Madrid) y los pasajeros acabaron siendo evacuados mediante una pasarela a otro tren de diesel que completó el trayecto hasta la terminal. Juanjo Cima, hostelero de Oviedo, viajaba en ese tren con tres amigos, Jon Ander, Denis Díaz y Julio Fernández, para acudir como público al programa La Revuelta, de David Broncano, que se canceló. "La gente estaba bastante tranquila dentro de los problemas. Compramos agua y dimos a la gente mayor", explica Cima. "Al principio la gente no era consciente de lo que estaba pasando", remata Denis. Estos cuatro amigos tuvieron la suerte de tener reservada una noche de hotel en Madrid.

Otro de los trenes de alta velocidad que sufrió un percance fue el AVLO (AVE de bajo coste) que salió de Madrid a las 11.23. Este convoy se quedó parado pasadas las 12.30 cerca de Cabezón de Pisuerga, una localidad de Castilla y León entre Valladolid y Palencia y sus pasajeros fueron evacuados pocas horas después por el Ejército. Entre los soldados que participaron en el rescate estaban asturianos del Cuartel de Cabo Noval, que hacían maniobras por la zona y acudieron a la ayuda de los usuarios. "Nos dieron comida, agua y nos iban informando de la situación cada media hora", asegura la ovetense Berta Blanco, que viajaba a bordo del tren. Los soldados hacían operaciones en un descampado muy cercano a una base militar, que se transformó en un campamento improvisado. Sobre las 21.00 horas, el tren fue remolcado hasta Palencia y luego pudo seguir hasta León, donde los pasajeros coincidieron con el otro accidentado, dirección Madrid.

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