Me quedo en el pueblo

La madrileña que pone en plena forma a Oviñana

Leonor Hernández ha puesto a hacer deporte al medio rural, concretamente a los residentes en la localidad de Cudillero, con clases adaptadas a la edad y al ritmo de los asistentes, que completa con yoga: "La gente está encantada"

Leonor Hernández Alexandro, en el exterior de su box de entrenamiento, Leofit, en Oviñana (Cudillero).   | 	A. PAREDES

Leonor Hernández Alexandro, en el exterior de su box de entrenamiento, Leofit, en Oviñana (Cudillero). | A. PAREDES

Oviñana (Cudillero)

Desde noviembre del año pasado Leonor Hernández Alexandro se ha empeñado en poner en forma a cuantos se acercan hasta su box de entrenamiento Leofit, en Oviñana (Cudillero), sin embargo su trayectoria hasta el momento presente no ha discurrido entera por tierras asturianas, pues ella es madrileña pero con raíces en la región, de donde son sus bisabuelos. "Todos los veranos los pasábamos aquí en Asturias, en la casa de Beiciella (Valdés). Al hacerme adulta me escapaba cuando podía, pero no era fácil", explica ella, que se licenció en su día en Ingeniería Ambiental en Cambridge (Reino Unido) para vivir durante un tiempo junto a su madre en México.

De tanto subir desde Madrid al Principado un día decidió que definitivamente se quedaba en Asturias a vivir y trabajar en Beiciella allá por 2008. "Empecé dando clases de inglés. Siempre me gustó mucho el deporte y siempre hice mucho deporte. La gente empezó a animarme a dar clases en las escuelas de Oviñana y eso me llevó a realizar diferentes cursos de entrenamiento personal y de nutrición", recuerda esta emprendedora rural.

Sus primeras clases fueron en el garaje de su casa de Beiciella. "Me di cuenta que vivía en un sitio donde la gente no hace deporte e intenté acercarles un poco más al ejercicio. Con los cursos realizados empecé dando clases a mis amigos, se corrió la voz y e empezó a venir la gente", explica.

Dada la cantidad de gente que le estaba llegando de diferentes puntos de la zona optó por poner en marcha un box de entrenamiento personal en la casa que comparte con su marido, en Oviñana. "Se hizo todo nuevo. Oviñana está mucho más accesible, en comunicaciones, que mi casa de Beiciella. Lo que hago son clases dirigidas que cambio todos los días, con ejercicios donde se combinan entrenamientos de alta intensidad con entrenamiento de fuerza. Cada uno tiene sus pesas y lo que haces es mejorar la resistencia física", explica.

Grupos

Tiene grupos diferenciados. "Por un lado, doy clases a un grupo de señoras mayores con la que trabajo la fuerza, muy importante para ellas. Muchas no habían hecho ejercicio en su vida, y están encantadas, vamos a su ritmo. Luego tengo ya otras clases donde soy más exigente, dicen que tengo fama de dura, con gente con una media entre 35 y 50 años que hacen trabajo de cardio con pesas de alta intensidad . Aquí hay gente de Madrid o de Oviedo que se han venido a vivir y están encantados con las clases", afirma esta mujer que cuenta, además, con clases de yoga dos veces por semana que imparte otra profesora.

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