La Academia de la Llingua apela a la asturianía del PP para lograr la oficialidá: "Nun pue renunciar a ser asturianu"

Espontáneo homenaje al eonaviego, con parte del público aplaudiendo de pie el ingreso en la institución de la filóloga franquina Ruth González

Los académicos, en pie, en el escenario del Campoamor. | FERNANDO RODRÍGUEZ

Los académicos, en pie, en el escenario del Campoamor. | FERNANDO RODRÍGUEZ

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Oviedo

En el 46.º Día de les Lletres Asturianes, con la reforma del Estatuto de Autonomía y la oficialidad de la llingua debatiéndose en la Junta General del Principado, el presidente de la Academia de la Llingua, Xosé Antón González Riaño, hizo un llamamiento directo "de responsabilidá al PP d’Asturies, y al so máximu dirixente, Álvaro Queipo, en rellación cola cuestión llingüística, na creencia de qu’esta fuerza fundamental de la derecha nun pue renunciar a ser asturiana".

El interpelado no asistió al acto institucional que, como es costumbre, se celebró en el Campoamor, ni tampoco lo hizo el presidente del Principado, Adrián Barbón. El año pasado ambos coincidieron en el teatro ovetense y ese hecho generó expectación e incrementó la carga política del acontecimiento. Esta vez el Gobierno del Principado estuvo representado por su vicepresidenta, Gimena Llamedo, y por las consejeras de Educación, Lydia Espina; Cultura, Vanessa Gutiérrez, y el de Ordenación Territorial, Ovidio Zapico. El principal partido de la oposición envió a Beatriz Polledo, su portavoz en el Parlamento regional, y a la diputada Pilar Fernández. Covadonga Tomé, del Grupo Mixto, y Xabel González Vegas, de Convocatoria por Asturias, y las alcaldesas de El Franco, Cecilia Pérez; Candamo, Marta Menéndez, y Gijón, Carmen Moriyón, y el de Mieres, Manuel Ángel Pérez, también se sumaron a la celebración anual de les lletres.

La Academia apela a la asturianía del PP para lograr la oficialidá de la llingua

Vicente Prado, "El Pravianu", y Lorena Corripio. / F. R.

González Riaño empezó su alocución dando la bienvenida a los nuevos miembros de la Academia. A la profesora de la Universidad de Nueva York y escritora Paquita Suárez Coalla, de Candamo, como académica correspondiente, y al catedrático de la Universidad de Oviedo Alberto Fernández Costales, de Gijón, especialista en plurilingüismo y en la recuperación de lenguas minoritarias, y la filóloga y profesora de Secundaria Ruth González, de El Franco. Fue al llegar a esta última, tras haber hablado sobre lo que de ella espera la institución –trabajar en favor de la "co-esistencia y el mantenemento, nun plano d’igualdá, das dúas llinguas d’Asturias: el asturiano y el eonaviego", y desearle "que t’atopes entre nos, porque tas na túa casa"–, cuando, espontáneamente, en mitad del discurso del presidente, una parte del público irrumpió en aplausos y se puso en pie.

González Riaño repasó la actividad de la Academia en los últimos doce meses y, al acabar, cambió a un tono más reivindicativo. Hizo notar que este año la celebración del Día de les Lletres coincide con el periodo de tramitación de la propuesta de reforma del Estatuto en la Junta General y que esa circunstancia es "un fechu históricu", porque "ye la primera vegada que la oficialidá se discute nel Parllamentu asturianu". Más aún, continuó, "qu’una mayoría absoluta de diputaos y diputaes del Parllamentu asturianu vote a favor de les llingües d’Asturies ye otru pasu históricu, d’una enorme relevancia simbólica y daqué non imaxinable décades atrás".

El presidente de la Academia dejó constancia de que "namás la oficialidá pue garantizar, como prevé la Constitución, la llibertá del usu llingüísticu", y se lamentó de que "la llingua que cuerre más peligru de desaparición seya la que menos midíes de proteición y dignificación pon en xuegu".

El acto institucional del Día de les Lletres empezó con Lorena Corripio, acompañada a la gaita por Vicente Prado, "El Pravianu". Más tarde, hacia el final, tocó la Banda de Gaitas "La Reina del Truébano", de Navia. Tras la actuación de Corripio, atravesando el patio de butacas, accedieron al escenario del Campoamor los académicos de la llingua, con su presidente a la cabeza.

La Academia apela a la asturianía del PP para lograr la oficialidá de la llingua

Por la izquierda, a las puertas del teatro, Marcos Niño (director general de Reto Demográfico), Antón García (director general de Normalización Llingüística), Lydia Espina, Gimena Llamedo, Antón González Riaño, Vanessa Gutiérrez y Ovidio Zapico. / F. R.

Xosé Ramón Iglesias, el secretario de la institución, dio lectura al acta de la junta extraordinaria, en la que dio el visto bueno al nombramiento de los nuevos académicos, y, a continuación, cada uno de ellos pronunció un breve discurso de ingreso. Paquita Suárez Coaña empezó dando las gracias a los que "ficieron lo imposible pa que nun dexemos de sentir l’aliendu d’esta llingua" y "desbrozaron el camín" para los que hoy la hablan y la defienden. Recordó su llegada a Nueva York, una ciudad en la que se hablan más de 700 lenguas y en cuyo multilingüismo se siente cómoda. Allí, con los libros que iba cargando en su maleta en sus viajes, logró formar una biblioteca asturiana y allí se compromete a seguir "dando visibilidá a una llingua que traduz la sensibilidá de munchos asturianos y asturianes". Acabó dedicando su ingreso en la Academia a la memoria de su padre, "la páxina más importante d’un diccionariu que xamás podré volver a abrir".

Cuando le llegó su turno, Alberto Fernández Costales habló del asturiano y del eonaviego como "llinguas de futuru", abogó por un "ecoloxismu llingüísticu" que cuide de la diversidad idiomática, reclamó más investigación, más formación y más pedagogía e hizo una alusión específica a la inteligencia artificial, para que el asturiano no quede descolgado: "Ye un oxetivu extratéxicu".

El discurso de Ruth González estuvo cargado de poesía, empezó con unos versos de Federico García Lorca, de "La balada del agua del mar", y acabó con una alusión a Jorge Manrique al hacer referencia "a un mar común, que no sea el morrer", sino un "mar de palabres vives" en el que confluyan el asturiano y el eonaviego. Por el medio, repartió reconocimientos a los periodistas, escritores y profesores que han trabajado en favor del eonaviego, una lengua de 35.000 hablantes, y, como para el asturiano, reclamó la oficialidad por ley.

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