Lo que ha subido el precio de la compra en Asturias desde pandemia (y es más que lo que subieron los sueldos)

El gasto per cápita en comida se ha reducido un 2%, hasta 151,4 euros, durante un periodo en que la inflación de los alimentos ha superado la de otros sectores

Lo que ha subido el precio de la compra en Asturias desde pandemia (y es más que lo que subieron los sueldos)

Lo que ha subido el precio de la compra en Asturias desde pandemia (y es más que lo que subieron los sueldos) / Angel Garcia

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Oviedo

Llenar el carro de la compra en Asturias es hoy un 31 por ciento más caro que en la primavera de 2020, cuando se produjo la declaración oficial de situación pandémica por la expansión del covid-19. Frente a este encarecimiento de los alimentos, el salario mediano (aquel que divide el número de trabajadores en dos partes iguales: los que tienen un salario superior y los que tienen un salario inferior) subió un 15,3 por ciento entre 2018 y 2023, de 20.078 a 23.233 euros. Es decir, la mayor carestía de la comida coincide con una pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

La inflación de los alimentos en el quinquenio que arrancó con el confinamiento domiciliario por la emergencia sanitaria ha ido por delante de la de otros sectores –energía, vivienda energía, restauración...– , lo cual motivó incluso que el Gobierno aprobase en enero de 2023 una rebaja temporal del IVA como una medida del paquete anticrisis para amortiguar el impacto del encarecimiento de la cesta de la compra; esta medida decayó el 1 de enero de 2025.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió en Asturias este pasado abril un 2,4% en tasa interanual, una décima más que en marzo y dos décimas más que la media nacional, pero el comportamiento de los precios de los alimentos fue bastante más suave: en tasa mensual, repuntaron un 0,8 por ciento, mientras que en el acumulado de los cuatro primeros meses del ejercicio lo hicieron un 1,4 por ciento. La sucesión de meses en los que se repiten esas tendencias –tanto Asturias como el conjunto del país encadenan cinco meses con un alza de los alimentos que ya es inferior a la inflación general– hace pensar a los analistas que ha pasado lo peor y que la inflación de los alimentos ha entrado en una senda de estabilización.

¿Cómo reaccionaron los hogares asturianos ante el progresivo encarecimiento del carro de la compra? Básicamente, apretándose el cinturón y comprando menos. La asociación nacional de fabricantes y distribuidores Aecoc ha detectado que "en el contexto de espiral inflacionista, el consumidor ha puesto en marcha estrategias de "trading down". Es decir, sustituir categorías "premium" por otras más básicas o adquirir marcas blancas en detrimento de otras.

El reflejo de este cambio de hábitos se evidencia en el comportamiento del gasto per cápita en alimentación. Cada asturiano dedicó 154,95 euros a la compra de comida en 2020, y esa cifra se había reducido cuatro años más tarde a 151,39, un 2 por ciento (el mismo porcentaje que la media española). Pese a este menor gasto mensual en alimentación, cada asturiano sigue dedicando más dinero a la compra de comida que el español medio: 151,4 euros frente a 146,3.

Un análisis de un carro de la compra prototipo permitiría comprobar que en el periodo considerado los platos preparados se han consolidado como un "básico" en los hogares, pasando de suponer una compra anual de 11,87 kilos a 12,31; no obstante, Asturias aún está lejos del consumo medio español de platos preparados (16,58 kilos per cápita), con Cataluña muy destacada (22,60 kilos). En este tiempo ha aumentado el consumo de cerveza y bajado el de vino y zumos; también ha menguado, entre otros, el consumo de azúcar y chocolate.

El retroceso del consumo de pescado parece no tocar fondo para desesperación de los diferentes actores implicados en la cadena comercial. Del consumo per cápita de 31,22 kilos por asturiano y año se pasó a 24,35 kilos (datos de 2024). Los mariscos siguen la misma tónica. El consumo de yogures ha crecido, así como el de legumbres; el de pan y frutas frescas apenas ha variado.

La estrella de la inflación de los alimentos, en Asturias y en el resto del país, ha sido el aceite de oliva, que en su categoría de virgen extra llegó a acumular un incremento de precio del 132 por ciento. En el último trimestre de 2024 aflojó esa escalada vertiginosa del precio del llamado "oro verde" e ingrediente fundamental de la dieta mediterránea. Los consumidores han buscado alternativas, como el aceite de girasol, que no obstante también se encareció (33 por ciento).

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