La empresa pública Sedes (con 6 millones de deuda) evita la quiebra, pero despedirá a 9 de sus 43 trabajadores

Novedades respecto a sedes, la compañía de construcción participada mayoritariamente por el Principado que atraviesa una grave crisis económica por sus deudas, que rondan los seis millones de euros. El Gobierno regional, según dio a conocer esta mañana Ovidio Zapico, consejero de Ordenación del Territorio (IU), ha esquivado el concurso de acreedores, evitando así la quiebra de Sedes, que estaba sobre la mesa hasta hace pocas semanas. "Sedes tiene ahora futuro, ya no estamos en una situación kafkiana", aseguró Zapico. Tampoco habrá, según dijo el Consejero, un expediente de regulación de empleo (ERE) que afecten a los trabajadores de esta plantilla, que son 43.

Lo que sí habrá será despidos, concretamente nueve, de los que ya han sido tramitados siete. Este número de ceses supone alrededor del 20 por ciento de la plantilla actual y para esta operación hay destinados 270.000 euros en indemnizaciones, de los que ya han sido utilizados 220.000. Paralelamente, Zapico, acompañado por Ignacio Ruiz Latierro, director general de Vivienda, aseguró que en "días" se iniciará el proceso para la contratación de un gerente que afronte la nueva etapa de la compañía y una reestructuración de la misma.

Sedes, a su vez, ha pactado con los acreedores un calendario de pago de la deuda a un año vista, después del proceso de negociación con Unicaja, que atesora el 40 por ciento de la compañía. El siguiente paso que pretende dar la consejería de Zapico es convertir a Sedes en un medio propio, adquiriendo el total del capital, para lo que es necesario aprobar una ley en el Parlamento.

Si este plan se cumple, Sedes se convertiría en una auxiliar de la empresa de vivienda Vipasa, lo que permitiría que acudiese a licitaciones que quedan desiertas. Zapico defiendo con firmeza el futuro de Sedes ante las dudas de la oposición. "Todo lo que tocan lo arruinan", dijo José Agustín Cuervas-Mons, diputado del PP, muy crítico sobre la situación de esta compañía. "Las arruinan y luego tenemos que pagarlo todos", se quejó.

El Consejero dijo que la derecha "lo que quiere es que Sedes cierre y vayan a la calle los 43 trabajadores". Dijo, además, que Sedes ya está demostrando que puede tener utilidad, al estar construyendo tres escuelinas en el Principado, en Tapia, Ribera de Arriba y Mieres. "Esto es una decisión política", recalcó Zapico. También confió en llegar a un acuerdo con los trabajadores. "Se va a alcanzar", declaró. Los trabajadores llevaron a la Consejería un plan alternativo, que "estudia" el equipo de Zapico.

Los grupos políticos de la oposición fueron muy críticos con el futuro de Sedes. "Sedes llegó a tener 300 trabajadores cuando había algún criterio. Ahora tenemos una empresa deficitaria y su plan es convertirla en una pequeña empresa de reformas para auxiliarles en sus historietas", destacó Gonzalo Centeno, diputado de Vox. Delia Campomanes, de IU, defendió la hoja de ruta del Gobierno, "para darle una nueva orientación, reduciendo el personal lo mínimo imprescindible para garantizar la viabilidad económica". Adrián Pumares, de Foro, dudó sobre el plan: "No tenemos claro que nos va a aportar incrementar los medios propios, como si fuesen ya pocos. Tenemos claros quien van a ser los "paganinis" y quién va a tener que hacer frente a la mala gestión. No sabemos para qué va a servir Sedes", indicó.

Monchu García, diputado del PSOE, también se mostró a favor del plan del Gobierno y criticó a la derecha. " ¿Había que hacer algo o había que hacer nada? ¿En qué quedamos? Se está llevando a cabo un proceso de reestructuración porque nos gustaría que la empresa estuviese en condiciones para dar servicio. La empresa está cambiando su situación y se sigue paso a paso para alcanzar un objetivo claro", finalizó.

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