Así son los sistemas de atraque para aeropuertos que desarrolla Asturias y en los que están interesados casi 70 terminales de Europa, Oriente Medio y América

La compañía entra en el negocio de las pasarelas para barcos de crucero

Pablo Castaño

Pablo Castaño

Baíña (Mieres)

Casi 70 aeropuertos y líneas aéreas de Europa, Oriente Medio y América se han interesado por el sistema de atraque de aeronaves por control remoto que ha desarrollado TK Airport Solutions en sus instalaciones de Mieres y que ya se ha implantado con éxito en las 129 pasarelas de las cinco terminales del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, por las que pasan al año 66 millones de viajeros. "Desde Mieres hemos cambiado la operación portuaria, es un orgullo y una gran oportunidad de crecimiento para nosotros", señaló el asturiano Ignacio Medina, CEO de TK Airport Solutions.

Medina entró en esta compañía – que ahora pertenece al grupo TK Elevator– hace más de 20 años como becario tras estudiar en la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI) de la Universidad de Oviedo y hoy la dirige. Tiene 1.200 trabajadores, su centro de control está en el polígono mierense de Baíña y cuenta con otras dos fábricas en Fort Worth (Estados Unidos) y Zhongshan (China) y 20 delegaciones repartidas por el mundo. A orillas del río Caudal trabajan 350 personas en departamentos financieros, comerciales, de gestión de proyectos, de recursos humanos, de fabricación, de I+D+i... Hay cerca de 70 ingenieros y en ese ecosistema se ha cocinado el primer sistema del mundo que permite operar en remoto todas las pasarelas de embarque de un aeropuerto –como ocurre ya en Barajas–, pero que va más allá y permite también la asistencia automática de atraque de aeronaves utilizando cámaras estereoscópicas y algoritmos de visión artificial.

La figura del operario en la cabina de cada pasarela desaparece y todas las operaciones se realizan desde una sala de control. "Con este sistema se gana en eficiencia, porque no hay que desplazar operadores y con ello se reducen los tiempos de embarque; en seguridad, porque se trabaja en sala; en sostenibilidad, porque en muchos aeropuertos los desplazamientos de operadores se realizan en vehículos, y en inclusión, porque las personas con movilidad reducida también podrán trabajar", explicó Ignacio Medina, que calculó en un 70% la ganancia en eficiencia con el nuevo sistema, lo que supone para aeropuertos y aerolíneas más operaciones al día y para los viajeros menos tiempos de espera. Y, además, ahorros de costes de desplazamientos y de personal, porque se necesitan menos operarios.

El primer "finger" conectado al Air Force One, "made in Mieres"

Ignacio Medina, CEO de TK Airport Solutions, muestra en el mapa las fábricas y delegaciones de la empresa. / Juan Plaza

Competencia china

El primer "finger" conectado al Air Force One, "made in Mieres"

El área donde se suelda la estructura metálica de las pasarelas en el fábrica de Baíña. / Juan Plaza

"Nuestro gran competidor es una compañía china y su arma son los precios. Nosotros tenemos que diferenciarnos en innovación y en digitalización para ganar mercado y lo hacemos desde Asturias", presumió Medina. MAX Automate, que así se denomina el sistema de control remoto, se suma a los negocios tradicionales de TK Airport Solutions, como son la fabricación, mantenimiento y operación de pasarelas de embarque; los equipos auxiliares de apoyo a las aeronaves y las guías de atraque.

La primera prueba de automatización de atraque se llevó a cabo en Mieres en 2019 y en 2020 se hizo en Toronto el primer test con vuelos reales. En 2021 se logró la primera operación en remoto en el aeropuerto de Estambul y este año Madrid-Barajas se ha convertido en el primer gran aeropuerto del mundo en el que todas sus pasarelas de embarque ya se operan remotamente desde tres salas de control. "Ha sido un paso decisivo y agradecemos la confianza de Aena (el gestor aeroportuario español). Desde entonces cerca de 70 aeropuertos y líneas aéreas de Europa, Oriente Medio y América se han interesado por nuestros sistemas de control remoto y de atraque automático y nos han visitado", afirmó el CEO de TK Airport Solutions, que destacó las oportunidades de negocio y de crecimiento que supone esta innovación.

Los sistemas de control remoto y de automatización se instalan en las nuevas pasarelas que fabrica TK pero son compatibles con pasarelas ya instaladas, que son adaptadas, e incluso de otros fabricantes. Además, el control remoto se puede hacer, incluso, desde fuera del aeropuerto. "En el caso de aeropuertos pequeños, como el de Asturias, una misma sala de control podría operar los atraques de varias terminales", explicó Medina.

La compañía entra en el negocio de las pasarelas para barcos de crucero

TK Airport Solutions ha dado el salto del aire al mar. El frenazo en la contratación que provocó la pandemia de coronavirus obligó a la compañía a buscar nuevos mercados más a allá de los aeropuertos para evitar recortes. Fue entonces cuando se planteó entrar en el negocio de las pasarelas de acceso a grandes buques de pasajeros. Se puso en marcha el desarrollo del producto y se echaron las redes comerciales. Ahora llega la pesca.

Ignacio Medina, CEO de TK Airport Solutions, señaló que la compañía ya está fabricando pasarelas para el embarque en buques de crucero y que ya tiene una cartera de pedidos. "Es un mercado en crecimiento interesante que nos da equilibrio", señaló Medina.

No obstante, el negocio principal sigue estando en los aeropuertos. La multinacional Thyssen comenzó a fabricar "fingers" en Mieres en 1991 y en 2000 se inauguró la actual fábrica de Baiña, que es la sede central de TK Airport Solutions, ahora en el grupo TK Elevator. La compañía lleva fabricadas 5.500 pasarelas para 370 aeropuertos.

"Aquí en Mieres fabricamos entre 110 y 120 pasarelas al año, dependiendo de sus características", explica Diego Otero, jefe de taller de la planta de Baíña. El proceso de fabricación es completo. Desde la transformación de la chapa para el esqueleto en el taller de calderería hasta las pruebas de funcionamiento. Ahora mismo en el taller se fabrican pasarelas para aeropuertos de Vietnam, Kuwait, Reino Unido (para remplazar unidades de Gatwick y Heathrow) y Estados Unidos (para la terminal de Dallas). "El 90% de la producción es para la exportación", destaca Ignacio Medina, que también celebra el reciente acuerdo del convenio colectivo de la empresa "que nos da estabilidad para los próximos cuatro años".

El primer "finger" conectado al Air Force One, "made in Mieres"

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó el pasado jueves Emiratos Árabes Unidos. El Air Force One aterrizó en el aeropuerto de Abu Dhabi y, por primera vez, el avión presidencial se conectó a una pasarela. No hubo escalinata. El "finger" era "Made in Mieres".

TK Elevator Solutions fabricó en la factoría de Baiña esa pasarela VIP que da acceso a la terminal presidencial del aeropuerto de Abu Dhabi y que, además de Trump, han pisado otras personalidades como el recientemente fallecido Papa Francisco, que fue allí recibido por el entonces príncipe heredero de Abu Dabi, el jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, actual presidente de Emiratos Árabes Unidos .

VIDEO: Así funciona la planta de pasarelas de aeropuerto de TK Airport en el polígono de Baiña en Mieres

Juan Plaza/ Amor Domínguez

Se trata de una pasarela de aeropuerto especial puesto que tiene un anchura superior a las convencionales, de cinco metros, y suele cambiar de decorado en función del visitante. La utiliza el presidente de Emiratos Árabes Unidos, su familia y sus invitados. La semana pasada el invitado fue Donald Trump y la pasarela se conectó con la puerta delantera del Air For One. Por primera vez no hubo bajada de escalinata presidencial.

El paso de la cabina móvil a la sala de pantallas

Hasta ahora las pasarelas de aeropuerto se manejaban desde una cabina situada en el extremo de la máquina con un "joystick", en la que Pablo Álvarez, trabajador de TK, mueve un "finger" que se fabrica para el aeropuerto de Gatwick dentro de la fábrica de Baíña. Con la innovación de TK, las pasarelas pasan a controlarse desde una sala de pantallas. "En el aeropuerto de Madrid las pasarelas se manejan desde la sala de control de manera manual, con el "joystick", pero también se puede hacer de manera automática gracias a las cámaras estereoscópicas", explica Alberto Flórez, responsable de I+D de MAX Automate, en el simulador de la fábrica de Baíña.

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