Los servicios mínimos para la huelga en los colegios asturianos, al Juzgado por "abusivos"

Los profesores continúan con sus protestas en los centros escolares y la consejera Espina se abre a dialogar: "Me sentaré las veces que haga falta"

Los profesores del colegio Laviada, en Gijón, protestan a las puertas del centro.

Los profesores del colegio Laviada, en Gijón, protestan a las puertas del centro.

Oviedo / Mieres

Los docentes siguen adelante con la huelga educativa por la hora lectiva extra que tendrán que asumir en junio y septiembre debido a la prolongación del comedor, a pesar de que la consejera Lydia Espina afirmó ayer estar abierta al diálogo y a la negociación. "Siempre he estado abierta al diálogo y siempre lo estaré. No siempre estamos de acuerdo, pero me he sentado a negociar con ellos en multitud de ocasiones y lo haré las veces que sean necesaria", afirmó durante una comisión parlamentaria. Aun así, volvió a defender la extensión del servicio del comedor que se llevará a cabo en un centenar de centros porque "era una reivindicación histórica". Mientras, el sindicato CSIF ha llevado al juzgado los servicios mínimos de los paros por "abusivos".

Al respecto, explicó que la ampliación del servicio debe ir acompañada de la supresión de la jornada lectiva reducida para el alumnado (puesto que los profesores mantendrán la misma jornada laboral y las mismas horas lectivas). Lo que no es posible, apuntó, es atender la petición de los sindicatos de contratar más personal para atender la hora extra que se gana, pues eso sería "una doble contratación y jurídicamente es inviable", como así les indicaron en una reunión reciente.

Protesta en el colegio Severo Ochoa de Gijón.

Protesta en el colegio Severo Ochoa de Gijón. / LNE

Los docentes advierten de que esta medida va a suponer una carga de trabajo extra para ellos, mientras se repiten las concentraciones en distintos centros educativos de la región apoyando la huelga que se celebrará los días 27 de mayo y 5 de junio (el sindicado CSIF apuesta por una convocatoria indefinida desde el día 27 hasta final de curso). En Gijón, los profesores de los colegios Noega, Nicanor Piñole, Laviada, Príncipe de Asturias y Severo Ochoa se concentraron ayer a sus puertas con camisetas negras, crespones y mensajes reclamando una "educación pública digna" y avisando que "de la vocación no se puede vivir". La misma estampa se repitió en los colegios Liceo Mierense y Aniceto Sela (Mieres).

Protesta de docentes del Aniceto Sela en Mieres.

Protesta de docentes del Aniceto Sela en Mieres.

En otro colegio mierense, el Santiago Apóstol, el equipo de Infantil quiso hacer público como es habitualmente su día a día, desde las siete de la mañana cuando ya empiezan a enviarse mensajes con recordatorios, materiales a compartir o recursos para comprar. En el escrito, desgranan que suelen estar en las instalaciones escolares entre las 8.15 y 8.30 horas (primeros 45 minutos no remunerados) y que, a pesar de que su jornada laboral termina a las 15.00 horas, "nos quedamos todos los días hasta prácticamente las 16.00".

Docentes en la entrada del colegio Príncipe de Asturias de Gijón.

Docentes en la entrada del colegio Príncipe de Asturias de Gijón. / LNE

"Criticar al colectivo docente es muy sencillo. Hay que ser maestra de infantil o de un aula abierta para saber lo que es. Para saber el estrés emocional que supone tener tantas criaturas para ti sola. Con sus diferencias y necesidades. Y la de horas no remuneradas que dedicamos día tras día. No, esta huelga no es porque no queremos trabajar una hora más ( nuestro horario no cambia). Esta huelga es por la escuela pública, por cada uno de los niños y niñas que la forman", defendieron.

Profesores de los colegios Nicanor Piñole y Noega, en Gijón.

Profesores de los colegios Nicanor Piñole y Noega, en Gijón. / LNE

Por su parte, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) presentará una denuncia y solicitará la suspensión cautelar de los servicios mínimos impuestos por la Consejería de Educación para la huelga. Consideran que son "claramente desproporcionados, abusivos y vulneran de forma directa el derecho fundamental a la huelga". Entre otras medidas, se obliga a acudir al centro a todos los docentes implicados en evaluaciones, al equipo directivo y a un número de profesores por unidad que en la práctica se traduciría en el cien por ciento de la plantilla en muchos momentos, "lo que vacía de contenido la protesta".

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