Vargas Llosa: "Asistimos a una devaluación de la democracia"

Eduardo Fernández e Iván Espinosa llaman a recuperar a las élites, y el activista venezolano Lorent Saleh, a "enfrentar la impunidad"

Lorent Saleh, Álvaro Vargas Llosa, Claudia Gurisatti, Iván Espinosa de los Monteros y Eduardo Fernández. | IRMA COLLÍN

Lorent Saleh, Álvaro Vargas Llosa, Claudia Gurisatti, Iván Espinosa de los Monteros y Eduardo Fernández. | IRMA COLLÍN

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Oviedo

El segundo panel del encuentro, titulado "El populismo autoritario: una amenaza al orden liberal", partió del desasosegante diagnóstico sobre la devaluación de las democracias occidentales planteado por el ensayista peruano Álvaro Vargas Llosa –hijo del escritor recientemente fallecido–, para luego constatar la traición de las élites al proyecto democrático y la necesidad de un activismo de clase media, que defendieron tanto el profesor Eduardo Fernández Luiña como el antiguo dirigente de Vox Iván Espinosa de los Monteros. Como colofón, alguien que ha sufrido en sus carnes los horrores del populismo autoritario, el activista venezolano Lorent Saleh, que pasó un tiempo enterrado en "La Tumba", la infame cárcel subterránea del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), llamó a enfrentarse con coraje a la impunidad.

Como maestra de ceremonias, ofició la presentadora colombiana Claudia Gurisatti, quien aseguró que los hispanoamericanos están "muy golpeados por el declive de la democracia, en algunos casos completamente arrasados" y cifró el gran problema en "la ausencia de articulación de los defensores de la democracia, cuando los enemigos de la misma sí están organizados y cuentan con el dinero de las mafias transnacionales". La periodista evocó la figura de Karol Wojtyla, que "le retorció el pescuezo al comunismo". Y ofreció un dato estremecedor: "A un 54 por ciento de los hispanoamericanos no le importa que su sistema sea democrático".

Álvaro Vargas Llosa no pudo ser más pesimista. "Asistimos a una devaluación de la democracia en todas partes, incluso en las occidentales, como Estados Unidos, donde se está produciendo una erosión sistemática de los valores republicanos". El autor del polémico "Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano" avisó de que "es una locura pensar que las democracias se van a sostener solas". Los enemigos de las democracias, añadió, son expertos en "la manipulación sentimental las masas, a través del mito, es decir, un pasado que nunca existió, y la utopía, un futuro que jamás llegara".

Un segundo problema, continuó, es que "las democracias occidentales son ahora parte del problema". Se confesó escandalizado por el hecho de que el Supremo de los Estados Unidos haya eliminado la protección de los venezolanos. "Estados Unidos vive un lento asesinato de los valores democráticos", sentenció. Su único consuelo es que se pudo recuperar la democracia en periodos tan críticos como los años treinta, y frente a "enemigos extraordinariamente eficaces".

El profesor Eduardo Fernández Luiña abundó en el problema de las narrativas: "Hemos perdido la de la democracia. Ha mutado. Los liberticidas juegan con los conceptos, que según ellos son ‘campos de batalla’". La democracia, afirmó, no sólo consiste en votar: se precisa un pilar republicano, y otro liberal, "más sociedad y menos estado". "Cuando el populismo toma el poder, es el final del camino", avisó. "Las élites tienen la culpa, han perdido los códigos, la generosidad, son expresión de esa degeneración de la democracia", cree. El objetivo tiene que ser "recuperar a las élites. La actual política, en vez de cuidar la templanza, azuza a la población", advirtió.

Iván Espinosa de los Monteros abundó en el mismo problema, "la dejación de funciones de las élites". Antes había élites familiares, empresariales, financieras. "Hoy las élites son políticas, y nos han fallado a la hora de pensar en las clases medias, que son las que sostienen un país", diagnosticó. El exdirigente de Vox ofreció su fórmula para revertir la situación: "Se ha olvidado la educación, que durante mucho tiempo fue el ascensor social en este país. La promesa de mejorar se ha puesto en cuestión. España lleva veinte años estancada, circunvalando sobre problemas que los propios políticos han creado. Debemos tomar conciencia de nuestra responsabilidad, llamando al activismo de la clase media".

Cerró el panel el activista Lorent Saleh, cuatro años enterrado en las celdas de dos por tres metros de "La Tumba" del SEBIN, donde llegó a intentar suicidarse. Entregado por Colombia, el fiscal Tarek William Saab –"arrebata justicia"– le mantuvo encerrado sin piedad. "Los autoritarismos son resultado de la impunidad, que es la base de las violaciones de los derechos humanos. La impunidad hay que combatirla con coraje. Es difícil de combatir, por la corrupción, por el dinero que logra saquear y compra voluntades. El presidente colombiano Juan Manuel Santos robó unas elecciones, permitió mi secuestro y le dieron un Nobel de la Paz". Y denunció "otra complicidad más tenebrosa, aquí en España está protegida Luis Ortega Díaz, la arquitecta del sistema represivo y el asesinato de muchos compañeros, y también Miguel Rodríguez Torres, que lo trajo zapatero, y que creó ‘La Tumba’, consolidando la tiranía en mi país. No pasa nada. Hay una sociedad de cómplices que les aplaude. Si torturas, no pasa nada, puedes terminar comiendo jamón en Salamanca", denunció. El ego dificulta el combate, añadió, pero también la desesperanza. "Zapatero le dijo a mi madre que no merecía la pena. Ahora hay una demanda contra Torres. Esa batalla la vamos a seguir dando", avisó.

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