Los empresarios urgen a la SEPI el "rescate" de las dos principales ingenierías de Asturias: "Se juegan 5.000 empleos en un mes"

La Cámara de Oviedo apremia a María Belén Gualda a "asumir su responsabilidad" ante la difícil situación de compañías como Duro o Imasa, que espera por un inversor alemán

Alerta empresarial por las ingenierías asturianas

Alerta empresarial por las ingenierías asturianas / LNE

Y. G.

Oviedo

La Cámara de Comercio de Oviedo urgió ayer a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a "rescatar" a las principales ingenierías asturianas, inmersas en graves dificultades financieras. La entidad presidida por el empresario Carlos Paniceres apremió a la presidenta de la SEPI, María Belén Gualda, a "asumir con urgencia la responsabilidad que le corresponde", puesto que "la inacción ya no es una opción". Según la Cámara, está en juego "la continuidad de más de 5.000 empleos y el modelo productivo de nuestra comunidad".

En un comunicado, la organización empresarial ovetense argumentó que destacadas empresas asturianas de ingeniería afrontarán en el entrante mes de junio "un punto de inflexión que puede marcar durante años la capacidad industrial, tecnológica y exportadora de la región". Por ello, reclamó a la SEPI una "implicación decidida".

Esta advertencia alude particularmente a la situación de Duro Felguera, cuyo preconcurso de acreedores finaliza el 11 de junio y que sufre un estado de extrema tensión de tesorería que obliga a garantizar mes a mes las nóminas de sus 1.500 trabajadores. El pasado miércoles, su presidente, Eduardo Espinosa, comunicó a la plantilla que la SEPI descarta convertir en capital sus 100 millones de euros de préstamos participativos con los que rescató a la compañía en 2021, así como que los accionistas mayoritarios –los grupos mexicanos Prodi y Mota-Engil México– tampoco aportarán más capital. Espinosa aseguró que tanto la SEPI como la dirección de Duro creen que la compañía es "viable" y que, por lo tanto, "continuarán las negociaciones". Pero el límite del día 11 está ahí, y sólo hay dos opciones: entrar en concurso o gozar de una prórroga de tres meses del preconcurso, algo que sólo puede autorizar un juez.

Duro no es la única ingeniería asturiana rescatada por la SEPI. También lo están Imasa, con unos 1.100 empleados, e Isastur, con alrededor de un millar. Desde la Cámara de Oviedo aseguraron que, respecto a estas empresas, "hay inversores privados con voluntad de implicarse, pero sin respaldo institucional activo no será posible activar ninguna vía de futuro". En el caso concreto de Imasa, fuentes conocedoras señalaron que se trata de un inversor alemán.

"No se trata únicamente de rescatar empresas. Se trata de rescatar personas, familias y territorios profundamente golpeados por procesos de reconversión industrial que nunca llegaron a completarse con justicia ni con eficacia", exhortó la entidad. Para abordar este tema, la Cámara propone la constitución de un grupo de trabajo "de máximo nivel" entre la SEPI y la Consejería de Ciencia, Industria y Empleo, "con el objetivo de analizar todos los asuntos pendientes".

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