Tienen menos de 18 años y quieren ser escuchados: esto es lo que piden los jóvenes asturianos al Gobierno

"Queremos tiempo con nuestras familias, salud mental, violencia cero, oportunidades reales, igualdad y honestidad", expresan los menores

De izquierda a derecha, detrás: Xurde Álvarez, Sofía Barreiro, Sofía Noval, Eduardo Baizán, Laura Álvarez, Nahia Fidalgo e Irene Pérez.  Delante: Cecilia Ángela Díez, Estela Rodríguez, Manuel Nicolás Llorente, Candela Fernández, Celia González, Daniela Pezón, Elda Boto y Rodrigo Israel Rojo.

De izquierda a derecha, detrás: Xurde Álvarez, Sofía Barreiro, Sofía Noval, Eduardo Baizán, Laura Álvarez, Nahia Fidalgo e Irene Pérez. Delante: Cecilia Ángela Díez, Estela Rodríguez, Manuel Nicolás Llorente, Candela Fernández, Celia González, Daniela Pezón, Elda Boto y Rodrigo Israel Rojo. / Irma Collín

Javier Cuervo

Javier Cuervo

El Comité Autonómico de Participación Infantil y Adolescente está formado por 20 niños, niñas y adolescentes de entre 12 y 17 años, procedentes de grupos municipales de participación y de grupos de participación de centros de Protección de Menores. Fue creado para facilitar la comunicación entre la infancia y las autoridades asturianas. El pasado lunes llevaron su voz a la sala de reuniones del Parlamento Asturiano y presentaron el Barómetro de Opinión Infantil y Adolescente elaborado por Unicef a políticos y técnicos.

En un texto elaborado por ellos mismos para esta información explican que en la participación municipal "podemos dar nuestra opinión libremente sin que nos juzguen. Actualmente en Asturias hay en torno a 1.500 niñ@s y adolescentes participando semanalmente". Trabajan durante el año para impulsar acciones e iniciativas que mejoren su entorno.

Según el barómetro la preocupación que más mencionan es la economía, pero en su intervención del lunes se cuestionaron "¿es realmente eso lo que más nos inquieta o es lo que aprendemos a temer porque es lo que más se escucha en los medios de información y en las conversaciones de los adultos?".

Y se contestaron: "La economía está en todas partes. Determina si nuestras familias pueden vivir tranquilas, si podremos estudiar, trabajar o tener una vida digna. Pero nuestras grandes preocupaciones como niños y adolescentes van más allá. Queremos sentirnos seguros, escuchados y valorados, que nos cuiden, poder cuidar a otros y cuidar el planeta. Queremos tiempo con nuestras familias, salud mental, violencia cero, oportunidades reales, igualdad y honestidad. Todo eso también tiene relación con la Economía".

"Imaginamos otra forma de hablar de economía, una que no sea solo números, sino bienestar (...) pensada con valores, que nos prepare para vivir con dignidad sin dejar a nadie atrás".

Proponen aprender y dialogar menores y adultos y presupuestos participativos piloto de la mano de adolescentes y niños y experiencias donde imaginar nuevas formas de vivir, producir, intercambiar y compartir. "Que nos enseñen economía como una herramienta para el bien común, que aprendamos a emprender sin explotar, a consumir sin destruir y a compartir sin perder".

Como, según el Barómetro, el 60% desconfía de la clase política y lo hacen porque consideran que "la mayoría son corruptos" se preguntan "¿no es momento de repensar el modelo político actual?".

En un extracto de su opinión argumentan que "uno de los grandes errores del sistema educativo es que no se nos enseñe política. No solo explicar cómo funciona el Congreso o qué es una democracia, sino ayudarnos a entender cómo se toman las decisiones que afectan a nuestra vida; cómo participar activamente o cómo identificar la desinformación".

No falta interés, sino formación. "Si desde pequeños nos enseñaran a pensar críticamente, a participar en debates, a analizar discursos políticos y a entender cómo se construye una sociedad justa, habría más confianza, más compromiso y, probablemente, mejores políticos en el futuro".

Volvieron a preguntar: "¿Estáis dispuestos a ser los políticos que la juventud necesita o vais a seguir siendo los que hacen que dejemos de creer en la política?"

Creen que hay que dar más importancia a la participación pese a la amplia oferta que Asturias ofrece: "nos gustaría saber si la promoción de la participación infantil y adolescente es una prioridad para los políticos asturianos" y creen que se le debería dar más importancia a esta difusión en todos los espacios y entornos posibles, ya que tenemos comprobado que es una de las cosas más positivas de las que se puede formar parte".

Les sorprendió y alarmó a los jóvenes ponentes que más del 20% de las chicas y chicos opinan que el cuidar de los y las más jóvenes es un trabajo prácticamente exclusivo de mujeres. "Mientras que se intenta luchar por la igualdad de derechos y oportunidades entre géneros, descubrimos que aún persisten ideas tan arraigadas que no nos las cuestionamos. Lo que más nos preocupa es que muchos de estos estereotipos no se transmiten de forma explícita, sino que se interiorizan a través de experiencias cotidianas".

Proponen repensar "los mensajes que transmitimos a diario en cada rincón de nuestra vida en común".

Hay una pregunta dirigida a todos los adultos: "¿Hasta qué punto nos entienden cuando decimos que nos sentimos tristes o solos? ¿Dan por hecho que eso “se nos pasará con la edad”? ¿saben qué nos hace felices?". Observan que esta sensación de tristeza y soledad puede estar relacionada especialmente con personas que forman parte de minorías sociales: personas racializadas, del colectivo LGTBI, personas trans, jóvenes en centros de menores o en situación de exclusión social... "Es necesario escuchar más y juzgar menos. Muchas veces lo que necesitamos no es una solución rápida, sino sentir que alguien nos toma en serio".

Su respuesta activa es que "en los grupos municipales de participación creamos espacios donde se pueda ser diferente, donde uno puede sentirse libre. Intentamos que las actividades que proponemos sean siempre inclusivas. Pertenecer a un grupo de participación no solo es hacer cosas: es formar parte de algo".

La voz de la infancia asturiana

Catorce chicos y chicas nos ayudaron a comprender mejor sus preocupaciones y refrendaron los datos reflejados en el estudio, que enriquecieron con muchas propuestas y peticiones de las que en Unicef tomamos buena nota

Nacho Calviño | Presidente de Unicef en Asturias

Esta semana dimos a conocer los datos asturianos de la cuarta edición del Barómetro de Opinión Infantil y Adolescente. Investigar para conocer las inquietudes y preocupaciones de la infancia de nuestra comunidad autónoma está en el núcleo de nuestro trabajo desde hace más de veinte años, puesto que al analizar e interpretar sus opiniones somos capaces de entender y conocer sus necesidades reales.

El estudio recoge las opiniones de forma individual y anónima de más de 15.000 niños, niñas y adolescentes de 11 a 18 años, 740 de ellos asturianos, a través de un cuestionario que mide sus preocupaciones y las que creen que tiene la sociedad.

Actualmente la economía, el cuidado del medio ambiente y las guerras son sus principales inquietudes aunque la información más repetida y que más ha llegado a los medios de comunicación es el grado de desconfianza que los adolescentes asturianos tienen en los partidos políticos y en sus representantes, no exclusivo solo de esta edición.

Casi 8 de cada 10 consideran a los miembros de la clase política corruptos o no se sienten representados por ellos. Este dato fue una de las cuestiones por las que desde Unicef Asturias decidimos presentar este estudio en la Junta General del Principado, sede del poder legislativo de Asturias. A ello se une la necesidad de que la voz de la infancia y la adolescencia llegue a todas las instituciones de nuestra región.

Por ello, en esa presentación nos acompañó un amplio número de representantes, catorce, del Comité de Participación Infantil y Adolescente del Principado de Asturias. Este órgano, pionero a nivel estatal, canaliza todo el trabajo que desde todos los rincones de Asturias se hace en pro de la escucha a las necesidades e inquietudes de la infancia y la adolescencia en 43 municipios asturianos.

Este grupo de chicos y chicas nos ayudaron a comprender mejor sus preocupaciones y refrendaron los datos reflejados en el estudio. De sus intervenciones recogimos frases tan inspiradoras como la de Cecilia, de Castrillón, cuando en la introducción dijo que "la participación es un lugar donde nos sentimos cómodos y podemos dar nuestra opinión libremente sin que nos juzguen. Formar parte de un grupo de participación nos ayuda a empatizar más con las personas y ayudar a adolescentes o niños que están pasando por un mal momento y no forman parte del grupo". Realizaron propuestas, como la que hizo Candela, de Grado, al abordar su preocupación por la economía: "proponemos que se enseñe economía no como una carga, sino como una herramienta para el bien común. Que aprendamos a emprender sin explotar, a consumir sin destruir y a compartir sin perder".

En el intenso debate en torno al preocupante dato de la desconfianza de los jóvenes en la clase política impactó la voz de Nahia desde Mieres al reconocer que "si muchas personas jóvenes dicen ‘no sé cómo influir en política’ o ‘no entiendo de política’, no es por falta de interés, sino por falta de formación. Si desde pequeños nos enseñaran a pensar críticamente, a participar en debates, a analizar discursos políticos y a entender cómo se construye una sociedad justa, habría más confianza, más compromiso y, probablemente, mejores políticos en el futuro".

De sus voces salieron muchas opiniones, pero sobre todo muchas propuestas. La participación infantil en Asturias goza de una muy buena salud.

Apenas llevo un año al frente de esta organización, pero conozco muy bien, desde sus raíces, todo este movimiento que cada día va ganando más y más espacio por todos los rincones de nuestra región.

Del papel de los representes políticos, me quedo con las palabras que pronunció al cierre del acto Juan Cofiño, presidente de la Junta General del Principado, reconociendo su máxima preocupación por el alejamiento absoluto de la gente joven de la política: "esa desafección es un gravísimo problema para la democracia, por lo que toca escuchar, es la única solución a un problema de gran magnitud".

No hay mejor resumen para finalizar este artículo que transcribir las palabras de Estela, de Cangas de Narcea, que nos recordó con contundencia que "la infancia y la adolescencia necesitan ser escuchadas, cuidadas y acompañadas. Y los grupos de participación son una herramienta poderosa para construir comunidades más inclusivas, más conscientes y más felices".

Tomamos buena nota de ello, y desde Unicef Asturias seguiremos escuchando todas estas voces que nos inspiran, nos guían y nos marcan que este es el camino a seguir.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents