¿Cuántos urogallos hay en la Cordillera Cantábrica? La especie se recupera, pero muy lentamente

La Cordillera suma 209 aves, un 33% en el Suroccidente de la región y el resto en León

"Hay buenos resultados, pero queda mucho por hacer", dice el Principado

Macho de urogallo.

Macho de urogallo. / José Luis Rodríguez

Mariola Riera

Mariola Riera

Oviedo

El urogallo se recupera, pero muy lentamente y de forma contenida. Según los datos del último censo, de 2024, son 209 ejemplares los que se cuentan en la Cordillera Cantábrica, entre Asturias y León, un 8% más que cinco años antes, ya que en el muestreo de 2019 fueron 191 aves las contabilizadas. Aunque hay mejoría, tanto el Ministerio de Transición Ecológica como la Consejería de Medio Rural del Principado prefieren ser prudentes en su valoración.

"Aunque se están obteniendo buenos resultados, aún queda mucho por hacer y aún requiere un gran esfuerzo a largo plazo", admite el director general de Planificación Agraria, Marcos da Rocha, de quien depende la gestión de la especie en Asturias.

El Principado forma parte, junto a Castilla y León y Cantabria, del grupo de trabajo impulsado por el Ministerio de Transición Ecológica en 2018 después de que el urogallo se declarase situación crítica de peligro de extinción. El Ministerio valora la evolución del ave en los mismos términos que el Principado: "Aún queda un largo y complejo camino por recorrer. Son apenas dos centenares de individuos, es la segunda estimación poblacional, por lo que resulta prematuro extraer conclusiones sobre la tendencia".

De los 209 urogallos, el 67% se concentra en la provincia leonesa (Alto Sil, Laciana y Omaña; y en menor medida en Ancares y Bierzo) y el resto en Asturias; en Degaña, Cangas de Narcea e Ibias. Ninguno en Cantabria. El 56% son machos (117) y el 44%, hembras (92), con lo que se observa un mayor equilibrio que en el anterior registro, cuando el 68,5% eran machos y 31,5%, hembras.

Los trabajos de campo fueron desarrollados entre los meses de abril a junio de 2024 por personal de las comunidades autónomas y el Ministerio de Transición Ecológica. En total, muestrearon 320 unidades o parcelas, 177 en Asturias y 143 en León, de una superficie aproximada de 17,5 hectáreas cada una de ellas.

La longitud total recorrida en zonas críticas para la localización de excrementos de urogallo fue de 1.185 kilómetros: se recogieron 959 muestras totales que se almacenaron e identificaron posteriormente para su análisis genético, 719 en Castilla y León y 240 en Asturias.

"Conocer el estado de conservación de la población de la especie es una de las líneas prioritarias en ejecución dentro del programa de recuperación", apunta Da Rocha. "El grupo de trabajo es un claro ejemplo más de colaboración entre administraciones, contando también con asesores externos especialistas".

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