Las pensiones ya suponen más que los salarios de la industria, el comercio y la hostelería juntos

El gasto en prestaciones superará este año los 6.000 millones n La mejora del empleo no alcanza para aliviar el déficit del sistema en la región

Las pensiones ya suponen más que los salarios de la industria, el comercio y la hostelería juntos

Las pensiones ya suponen más que los salarios de la industria, el comercio y la hostelería juntos / LNE

Luis Gancedo

Luis Gancedo

Oviedo

Los ingresos anuales brutos (antes de impuestos) de los 273.000 asturianos que cobran pensiones contributivas se quedaron en 2024 al borde de los 6.000 millones de euros (5.967, según las cuentas de la Seguridad Social) y este año se superará por primera vez esa barrera, considerando que la revalorización aplicada desde enero (2,8% con carácter general y 6% para las prestaciones mínimas) supondrá unos 150 millones extra.

La relevancia económica de esas cifras para la renta de los hogares y para el desempeño de la economía puede quedar retratada también con la siguiente comparación: las retribuciones de los pensionistas superan ampliamente la suma de los salarios que cobran los trabajadores asturianos de la industria, el comercio, la hostelería y el transporte (unos 5.300 millones en 2023, conforme a las estimaciones de la contabilidad regional que elabora el Instituto Nacional de Estadística).

El sistema público de pensiones español es por definición contributivo (el jubilado cobra en función de lo haya cotizado durante la vida laboral), de reparto (las cotizaciones de los trabajadores actuales financian las prestaciones de los pensionistas actuales) y de caja única (todas las cotizaciones recaudadas se centralizan, con independencia de la región o del régimen laboral al que pertenezcan los trabajadores). En la práctica, el modelo ha ido cambiando algunos de sus contornos, en particular en lo que se refiere a la financiación y principalmente por el desequilibrio entre los ingresos por cotizaciones y el gasto en pensiones (déficit contributivo), resuelto con crecientes aportaciones procedentes de otros ingresos del Estado.

Examinado desde una perspectiva territorial, ese déficit contributivo está sistemáticamente encabezado en términos relativos por Asturias, donde los ingresos ordinarios de la Tesorería de la Seguridad Social llegan para pagar menos del 46% del gasto en pensiones. La nómina de los jubilados asturianos (los más de 6.000 millones comentados) depende por ello más que en ninguna otra región del mecanismo de caja única y de las aportaciones que recibe el sistema con cargo a los impuestos y la deuda estatales.

Ingresos

La mejora del empleo observada en los últimos años no ha sido suficiente para aliviar ese "agujero" asturiano, que se explica por la elevada cuantía media de las pensiones, resultado a su vez del peso histórico que han tenido actividades industriales (minería, siderurgia…) donde las cotizaciones son significativamente más altas que en otras. Entre 2018 y 2023, la recaudación creció en Asturias casi el 22% en términos nominales (de 2.129 a 2.590 millones), fruto del dinamismo del mercado de trabajo en un período en que la región sumó 15.000 afiliados más a la Seguridad Social y las bases medias de cotización de los asalariados (reflejo de la evolución de los sueldos) subieron el 19%.

En cifras absolutas, en 2023 los ingresos del sistema aumentaron en la región en 192 millones respecto a 2022, en una parte (unos 18 millones aprox.) por la entrada en vigor del llamado "mecanismo de equidad intergeneracional", una cotización extra (0,7% por trabajador en ese año, 0,8% en 2024 y 0,9% en 2025) destinada al "fondo de reserva" creado por el Gobierno para pagos futuros, no para compromisos actuales de gasto. La aplicación también desde 2023 del nuevo modelo de cotización de los autónomos (en función de sus rendimientos) no ha tenido incidencia significativa en la recaudación nacional y, cabe pensar, tampoco en la correspondiente a Asturias.

Gastos

Pese a la mejora comentada en los ingresos, el saldo aparente de las pensiones no mejoró en la región: los ingresos de 2018 daban para cubrir el 46,3% del gasto; los de 2023 (último ejercicio con datos oficiales cerrados) alcanzaron para el 45,6%. Los desembolsos del sistema avanzaron a mayor velocidad que la recaudación en unos años caracterizados, bajo el Gobierno del socialista Pedro Sánchez, por la implantación de la actualización de las nóminas de los jubilados conforme al comportamiento del índice de precios al consumo (IPC). La revalorización acumulada en ese período (16%) explica en gran medida el intenso avance del gasto agregado en las pensiones asturianas (23,6%). El resto viene del crecimiento en los ingresos medios de los nuevos pensionistas y la diferencia con las nóminas de aquellos que fallecen. En el período mencionado, el número de pensiones que se cobran en Asturias ha permanecido estable cerca de las 300.000.

En un contexto nacional en que el déficit contributivo del sistema se mueve en torno a los 30.000 millones de euros, el desfase entre pensiones y cotizaciones en Asturias se ha instalado por encima de los 3.000 millones. Y es altamente probable que este año no baje de ese nivel, vista la tasa de crecimiento del número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social (por debajo del 2% interanual) y la proyección del gasto, por primera vez superior a los 6.000 millones, sin contar las pensiones no contributivas (las más modestas) y las del régimen de clases pasivas (funcionarios de la Administración central, militares…).

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