Multitudinaria marcha naranja de la concertada en Asturias para pedir "igualdad" con la pública: "Barbón nos desprecia"

"Ignorados" y "despreciados", los profesores de la enseñanza concertada pararon este jueves sus clases, se ataviaron con su camiseta naranja y provocaron una nueva movilización de la enseñanza asturiana en la Plaza de España de Oviedo. Una huelga que según los tres sindicatos convocantes (OTECAS, USO y FSIE) secundó el 90 por ciento de la plantilla.

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Pasadas las doce del mediodía, uno de los docentes colocados en primera fila frente a la Consejería de Educación, prendió la mecha de un bote por el que empezó a salir humo naranja: la concertada despertaba de un letargo que lleva años arrastrando, con una desigualdad cada vez más evidente entre la red pública y la concertada. 2.000 personas, según la Policía Nacional, que ayer se dieron cita para pedir "igualdad".

El secretario general de Otecas, José Manuel Cueto, reiteró la determinación de los docentes a continuar con las movilizaciones hasta que sean recibidos por el Gobierno del Principado, debido a la situación "insostenible" de la educación concertada, que adolece de recursos "insuficientes" y está "infravalorada", denunció. La de ayer, no será su única marcha, los educadores tienen programada una gran manifestación para el próximo jueves, 19 de junio.

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El secretario general de USO, Gonzalo Menéndez Pelayo, mostró su confianza en que la nueva consejera de Educación, Eva Ledo, nombrada ayer para sustituir a Lydia Espina, les convoque, una vez que asuma el cargo, a una reunión para iniciar las negociaciones.

Se trata de unas negociaciones que tenían sobre la mesa temas como la equiparación salarial, estabilidad para las plantillas, bajada de ratios y apoyo para el alumnado con necesidades especiales. Los profesores asturianos de colegios concertados conocen las carencias que tiene la enseñanza pública, porque esos problemas son también los suyos. "Los recursos con los que trabajamos son completamente insuficientes, no tenemos personal de apoyo", dijo Jorge Alonso, del colegio Loyola de Oviedo. Con el acuerdo alcanzado el pasado lunes entre el Principado y los sindicatos de la enseñanza pública, la brecha entre ambas redes se agranda.

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"Las ratios en la concertada son más altas porque cada vez hay más niños y no podemos atenderles con tan pocos recursos", explicó Manuel Madera, del colegio Nazaret, poco antes de emprender la marcha hasta la Junta General del Principado. Una marea naranja que ayer se despertó con unas declaraciones del Presidente del Principado en las que aseguraba que los profesores de la concertada "no son empleados de la Administración", enfadando aún más a un colectivo que aprovechó la concentración para cargar contra el presidente: "Le importamos tan poco que no se sabe ni la ley", gritó uno de los profesores durante al camino hacia la sede de la soberanía asturiana.

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Entre las pancartas, un niño sujetaba, con ayuda de su madre, un cartel: "No olvides quién te educó". El mensaje fue claro y su destinatario, también: el presidente del Principado, Adrián Barbón, quien estudió en el extinto colegio San José, de Sotrondio. Los sindicatos también aprovecharon la ocasión para arremeter contra las declaraciones. José López Sela, de FSIE, pidió a Barbón su "rectificación" ya que "o no se ha enterado" que a los profesores de la enseñanza concertada les "paga el Principado", en cuyo caso "tiene que dimitir por incompetente", o "ha mentido a los docentes, padres y alumnos".

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Ya en la Junta, los silbidos se intensificaron. David Jiménez lleva 26 años trabajando en el colegio Virgen Reina de Gijón. Es tutor de Secundaria: "30 adolescente s por aula, 25 horas semanales y sigo siendo mileurista", lamentó insistiendo en que las ratios son más altas que en la pública, las jornadas más largas y los sueldos más bajos: "Solo pedimos que revisen el complemento autonómico".

Pidieron lo más básico: "igualdad", recordando que su labor también forma una parte esencial del sistema educativo.

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