Al menos cuatro detenidos por llevar drogas y teléfonos móviles a presos de la cárcel de Asturias

El sindicato "Tu abandono me puede matar" resalta la profesionalidad de los funcionarios, que han detectado estos casos en las últimas tres semanas pese a la precariedad de medios

La cárcel de Asturias.

La cárcel de Asturias. / LNE

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Oviedo

Al menor cuatro personas han sido detenidas en las últimas tres semanas por intentar introducir drogas y teléfonos móviles en el interior de la cárcel de Asturias. El sindicato "Tu abandono me puede matar" (TAMPM) resalta la profesionalidad de los funcionarios del departamento de Comunicaciones de la prisión, que han podido detectar estos delitos con los medios precarios puestos a su disposición.

El 26 de mayo se incautaron 2 tabletas de hachís más de 100 gramos, así como dos teléfonos móviles. El 1 de junio, otros 94 gramos de hachís y 12 gramos de cocaína. 

Y el día 11 de junio, hubo dos incautaciones a dos familias diferentes, gracias al perro de la unidad cinológica de León. En uno de los casos, los funcionarios se incautaron de 14 gramos de hachís. En el otro caso, se hallaron 29 gramos de hachís.

TAMPM describe la sala de comunicaciones como un lugar lúgubre, con "fluorescentes parpadeantes y mortecinos", con "un arco detector cuya formidable antigüedad lo convierte en poco más que un añadido decorativo vintage y cuyo valor sentimental supera con creces su fiabilidad", y que avisa de que algo va mal "más por desidia del visitante despistado que por la sensibilidad de sus componentes".

El sindicato indica que, en esas situaciones, los funcionarios, que carecen de la consideración de autoridad, y que por tanto carecen de amparo legal para poder ejercer la fuerza, tienen que lidiar "con las protestas airadas, las quejas y hasta los insultos de quienes buscan burlar los controles de acceso". La situación es general en las cárceles españolas, pero en la de Asturias se suma "la obsolescencia arquitectónica y funcional de las instalaciones".

Por todo ello, los casos descubiertos en las últimos tres semanas tiene más que ver con la profesionalidad de los funcionarios y su diligencia que con los medios a su disposición. "La falta de conscuencias punitivas reales incentiva a quienes quieren intentarlo", avisa TAMPM.

También denuncia la laxitud de la secretaría de Instituciones Penitenciarias, que ha llevado a "un desfase abismal entre los medios a disposición de los funcionarios y las técnicas empleadas por quienes quieren intriducir objetos y sustancias en el centro". Y añade que los órganos directivos aplican la máxima de "ojos que no ven corazón que no siente", que "ayuda a maquillar las estadísticas, que no la desoladora situación del centro", que incluye saturación, insalubridad, conflictos, agresiones...

Durante la pandemia no hubo muertes por sobredosis en las cárceles españolas, merced a la limitación de las visitas, y por tanto la entrada de sustancias a la prisión. "Solo cabe felicitar a todos los compañeros que, contando con poco más que un bolígrafo y mucha paciencia a su disposición ayudan a que este caos organizativo y regimental que es la cárcel de Asturias siga funcionando a pesar de nuestros pesares", finaliza el sindicato.

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