Renuncia el director de la orquesta de la Universidad

Después de ocho años dirigiendo la Orquesta de la Universidad de Oviedo, Pedro Ordieres acaba de presentar su renuncia. El músico presentó esta semana un escrito al Rector y a la Vicerrectora de Extensión universitaria y ayer lo hizo público, alegando que toma esta decisión por el "total abandono" en que la institución académica tiene a la formación musical. Fuentes de la Universidad de Oviedo agradecieron ayer la labor desarrollado por Ordieres pero explicaron que las discrepancias con el músico tienen su origen en la falta de un encaje legal en su colaboración: "carecía de la oportuna formalización institucional", matizaron las mismas fuentes.

Ordieres, por su parte, enumera una larga casuística para justificar sus acusaciones de "total abandono". Así, explica que fueron desalojados del local donde ensayaban en Minas sin previo aviso, que hasta la fecha no les han acondicionado un nuevo espacio y que aquel en el que realizaban su trabajo tuvo que ser acondicionado por él mismo pagando el material de su propio bolsillo.

Precisamente insiste Ordieres en que no recibe ninguna remuneración por su labor y que las colaboraciones de otros músicos como refuerzo en los conciertos han sido "altruistas", sin que se hayan contratado nunca solistas ni músicos extra. Hasta ahora solo se pagaba el transporte de los alumnos músicos pero desde febrero también la Universidad dejó de financiar esos desplazamientos, teniendo que pagar el propio director y los estudiantes otros medios de transporte.

La Universidad rechaza las acusaciones de abandono y asegura, en contra, que ha realizado esfuerzos por mantener la actividad musical, aunque insiste en la existencia de un problema de regulación formal de la colaboración entre la institución académica y su actual director. De hecho, la Universidad anuncia que ya trabaja en reforzar el encaje legal de la orquesta en la institución y que con ese propósito está preparando una convocatoria oficial de un puesto de dirección para el coro y la orquesta universitaria.

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