Las ingenieras veteranas cargan contra la infantilización y la sexualización de la mujer en su sector: "Que nadie diga que no podemos"

Cuatro profesionales con años de experiencia animan a sus sucesoras: "Hay un cambio bestial"

Por la izquierda, Cristina León, Covadonga Betegón, Nuria Jove (secretaria del Colegio de Ingenieros), Ana Isabel Bernardo, Isabel Lombardía y José Esteban Fernández, ayer, en el Espacio Circus de Oviedo.  | IRMA COLLÍN

Por la izquierda, Cristina León, Covadonga Betegón, Nuria Jove (secretaria del Colegio de Ingenieros), Ana Isabel Bernardo, Isabel Lombardía y José Esteban Fernández, ayer, en el Espacio Circus de Oviedo. | IRMA COLLÍN

Oviedo

Cuando Isabel Lombardía decidió estudiar Ingeniería Industrial tuvo que escuchar en demasiadas ocasiones que, por ser mujer, no tenían las capacidades suficientes. A su padre le llegaron a decir que era "una pena, con las cosas más guapas que hay para mujeres". Han pasado desde entonces casi treinta años y la gijonesa se enorgullece de haber visto "un cambio bestial" en el sector, aunque "a veces queda un resto", lamentó ayer durante el IV Encuentro de la Mujer Ingeniera, organizado por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales del Principado.

La directora general de Espiral MS España hizo un repaso por las dificultades que se encontró a lo largo de su trayectoria. Como la invisibilidad, la infantilización o la sexualización. "No me digas que no puedo, no me digas que no debo; tienes que verme, no me digas que soy invisible; no me veas como una niña y no me vas como un objeto sexual", reclamó.

A pesar de estas circunstancias, Lombardía hizo un alegato a favor de una profesión que no se arrepiente de haber estudiado y que, insistió, ha cambiado mucho con el paso de los años. Aun así, siguen teniendo un reto importante: captar más mujeres. "En Ingeniería Industrial el porcentaje de mujeres se sitúa en el 25%, en Informática no llega al 10%", apuntó Covadonga Betegón, primera catedrática de Ingeniería Industrial de Asturias. "¿Por qué no se animan? Ahora el desconocimiento sobre la carrera no es tan grande", se preguntó.

La respuesta a esta incógnita no es fácil. Para José Esteban Fernández, decano del Colegio asturiano, podría ser causado por la visibilidad social. "La gente prefiere estudiar Medicina porque es una carrera con un compromiso social grande, en el caso de las ingenierías no es tan evidente", opinó. Sin embargo, en España hay actualmente 750.000 ingenieros, de los que un 20% son mujeres, una cifra muacho mayor que países vecinos como Francia.

Gran versatilidad

Para las ingenieras asistentes a la charla celebrada en el Espacio Circus, en Oviedo, la clave está en mejorar la comunicación para transmitir mejor a las nuevas generaciones en qué consiste la carrera. Las profesionales reconocieron que el gran versatilidad que ofrece la titulación hace difícil explicar cómo se lleva a la práctica el trabajo. "Mucha gente no sabe a qué se dedica un ingeniero", comentaron. Una circunstancia que para Cristina León, asistente ejecutiva de Airbus Defence & Space, más que una desventaja es "un atractivo". "Tienes muchísimas posibilidades", destacó.

La profesional recordó cómo fueron sus primeras experiencias en Alemania, donde trabaja actualmente. "Todos mis jefes eran hombres y mayores. Te trataban diferente, no sé si por ser mujer o tener menos experiencia. Me costó que me tomaran en serio, pero luego ponían mi trabajo de ejemplo", afirmó. También resaltó la importancia de trabajar fuera del país: "Irte te abre muchísimo la mente y es enriquecedor, tanto en lo personal como en lo profesional".

Al contrario de la experiencia de León y Lombardía, a Ana Isabel Bernardo, directora general de Auditoría de Proyectos TSK, el hecho de ser mujer "me ayudó". "No sentí en ningún momento condescendencia, sentí muchísima ayuda", aseguró. La ingeniera recordó que inició su carrera profesional en un momento en que las empresas "estaban perdidísimas en Asturias. Tenemos un sector industrial increíble, pero en aquellos años los talleres y las fábricas dependían al noventa y nueve por ciendo de la siderurgia; si ellos estornudaban, cerraban todas las fábricas. Cuando yo llegué por primera vez a una fábrica pensaban que tenía la varita mágica", contó. Para Bernardo, lo importante del ingeniero es que "traiga negocios y nuevos mercados".

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