Faustino Blanco, director de FINBA, interviene este jueves en la III Semana de la Innovación: "La salud es el motor de un nuevo modelo de región"

"La tecnología no debe hacernos perder el enfoque humano", asegura

Faustino Blanco, director de FINBA.

Faustino Blanco, director de FINBA.

M. J. I.

Oviedo

La III Semana de la Innovación de LA NUEVA ESPAÑA, organizada por este periódico en colaboración con CTIC y patrocinada por BBVA, Treelogic, Telecable, Dana Software, el Ayuntamiento de Siero y la Isla de la Innovación de Avilés, alcanza mañana su sesión de clausura, dedicada a la tecnología y la innovación sanitaria al servicio de las personas, con una conferencia de Faustino Blanco, director de la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria de Asturias (FINBA). Además, habrá una entrevista a Marcelino Cortina, CEO de Treelogic; y el coloquio final, con Pedro Álvarez, CEO de Tesis Medical Solutions; Leonardo Díaz, director territorial de AVS Millenium Salud; y Roberto Blanco, director de división de MBA. Desde su fundación en 2013, la Fundación para la Investigación e Innovación Biosanitaria del Principado de Asturias (FINBA) ha sido un pilar discreto pero firme en el desarrollo de la ciencia aplicada a la salud en la región. Hoy, con proyectos como el FINBA Data Trust, nuevas plataformas colaborativas o un enfoque claro en medicina personalizada, FINBA mira de frente a los grandes retos del futuro sanitario, sobre todo, con el objetivo de poner a las personas en el centro de la innovación.

-En 2013 se fundó FINBA. ¿Se están cumpliendo los objetivos marcados?

-Estamos cumpliendo y, sobre todo, evolucionando para ocupar un espacio facilitador para el encuentro profesional en un sentido amplio. FINBA nació para impulsar la investigación e innovación vinculada al sistema público de salud y con una red solida de instituciones que hoy configuran un instrumento clave para conectar ciencia, clínica y tecnología. Financiamos proyectos, atraemos talento y estamos liderando nuevas infraestructuras como las plataformas de soporte a la investigación, el proyecto FINBA Data Trust, la Unidad de Investigación Clínica Independiente o el proyecto de Centro de Transformación del Conocimiento. Asturias necesitaba una institución así, y hoy empieza a ser referencia.

-¿Asturias es referente en algún área de investigación sanitaria o va camino de serlo?

-Lo es en Oncología, Neurociencias, Cardiovasculares, Metabolismo, Inmunología, o áreas transversales como envejecimiento activo, salud digital o Microbioma. Tenemos grupos de primerísimo nivel, con publicaciones de alto impacto y colaboraciones internacionales. Y lo más relevante: lo hacemos desde un modelo abierto a la colaboración institucional, con impacto social y con visión europea. Tenemos un tamaño que lo facilita, un modelo de instituto ágil y lo principal, el talento y visión para hacer de Asturias una región referente en innovación en salud, y tenemos que creérnoslo más. La salud es el motor de un nuevo modelo de región.

-¿Cuál debe ser el papel de la tecnología en el futuro bienestar de las personas?

-La tecnología debe hacer que cuidemos mejor, que vivamos más y con mayor calidad. Pero sin perder nunca el enfoque humano, ético e inclusivo. Mejorar la vida de las personas, no sustituir sus capacidades. La tecnología debe ayudarnos a anticiparnos a los problemas de salud, a personalizar la atención. Pero no se puede deshumanizar ni generar más brechas de desigualdad. Su papel es ser útil, ética y confiable. Lo importante no es lo que hace la tecnología, sino lo que esta tiene que facilitar a los profesionales y a las personas para contribuir a su pleno desarrollo.

-Cuando se inauguró el nuevo HUCA llamó la atención la robotización de algunas tareas… hoy tal vez esa cuestión no tendría tanta trascendencia. ¿Estamos aprendiendo a convivir con esa tecnología?

-Por supuesto. Aquello suponía adelantarse a lo que hoy ya es una realidad, era algo disruptivo, un símbolo del progreso, "un robot transportando mercancías", el catering, el reparto de medicación. Era todo novedad. Hoy la verdadera transformación está en el valor de los datos, en la interoperabilidad, en la inteligencia artificial generativa, el "Deep Learning", en la evidencia generada por el RWD y RWE, Tecnologías que ayudan, pero que no deciden solas u que ya esté presente la IA razonadora. Hemos de buscar eficiencia sin perder el alma del sistema y velar por la ética y el cuidado personalizado.

-¿Cómo repercutirá la inteligencia artificial en la investigación que realiza FINBA?

-Ya estamos usando inteligencia artificial para datos clínicos, predicción de riesgos o ensayos descentralizados. Pero lo llegaremos a hacer con mayor rigor, con datos protegidos, ciencia sólida y ética clara. El proyecto FINBA Data Trust se acompaña de un modelo de gobernanza transparente del dato. Estamos empeñados en demostrar que se puede innovar y usar IA con confianza y valores que reorienten el sistema en su apoyo al profesional, que respeten al paciente y que no conviertan la salud en un negocio imposible de datos.

-¿Cuáles son los planes de futuro de FINBA?

-Nuestro ámbito de gestión está centrado en el ISPA, que cuenta con más de 900 profesionales de distintas disciplinas que se organizan en 11 áreas de investigación -8 verticales y 3 transversales- con más de 60 grupos que se proyectan a escala internacional en su área de conocimiento. Promovemos la investigación biomédica, poniendo a disposición de los investigadores los medios de la Fundación para el desarrollo de una investigación de alta calidad. También impulsamos proyectos en materia de investigación biosanitaria de alcance nacional o internacional. Además velamos por la ética en la investigación. Nuestro propósito es que Asturias sea un referente europeo de innovación biosanitaria, con músculo científico y alma pública.

-¿Qué le parece la Semana de la Innovación de LA NUEVA ESPAÑA?

-Es de enorme interés, conozco la disposición del periódico para generar un espacio de reflexión tan interesante como éste, para conectar con la sociedad. La buena ciencia y la innovación necesitan medios de comunicación comprometidos que la cuenten, que la conecten con la gente. Hablar de salud, datos, ciencia y futuro es trascendental, es algo que hay que celebrar. Asturias tiene mucho que decir en este ámbito, y encuentros como este ayudan a hacerlo visible. Es una oportunidad para inspirar y también para comprometer. Si lo hacemos bien, Asturias puede ser referencia europea en salud digital y contribuir a la soberanía tecnológica a la que nos convoca el "Informe Draghi".

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