El Prado inaugura una exposición temporal con obras restauradas de Muñoz Degraín

Antonio Muñoz Degraín (Valencia, 1840-Málaga, 1924) y su obra han asumido desde ayer el protagonismo en la sala 60 del Museo del Prado, dedicada a las exposiciones del XIX. Hasta el 11 de enero de 2026 se presentan en ella una decena de las obras del artista valenciano que retrató el paisaje asturiano y la gesta del Cabo Noval. Todas pertenecen a la colección de la pinacoteca nacional y cinco de ellas han sido restauradas recientemente. Entre ellas el mierense Javier Barón, jefe de Colección de Pintura del Siglo XIX y comisario de la exposición, destaca "Paisaje del Pardo al disiparse la niebla" (1866).

Barón, que se refiere a Muñoz Degraiín como a "uno de los maestros valencianos que precedieron a Sorolla", comenta que con esa intervención el cuadro de Muñoz Degraín, considerado uno de sus paisajes más importantes, queda "más patente la profundidad de los planos", los empastes que emplea y se aprecia mejor la influencia de Velázquez y los maestros antiguos en la obra.

La muestra temporal llega un año después del centenario de la muerte del artista, del que El Prado posee 20 pinturas. El paisaje del Pardo es una de las que se exponen de forma permanente. Los otros son "Recuerdos de Granada" y "Los amantes de Teruel", de carácter histórico, porque, como explica Barón, a Muñoz Degraín se "le conoce como paisajista, pero además es pintor de historia, de gran éxito y, algo poco habitual, tiene una tercera dedicación, que es la pintura orientalistas, bíblica o mitología clásica. Con esas tres dedicaciones articula su pintura".

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