HOGAR

Las persianas alicantinas conquistan el mercado asturiano por su calidad artesanal

Las persianas alicantinas, símbolo del Mediterráneo, conquistan cada vez más hogares en Asturias gracias a su estética cálida, su funcionalidad sin complicaciones y su sorprendente resistencia al clima húmedo del norte.

Una fusión entre tradición artesanal y adaptación inteligente que las convierte en una opción decorativa y práctica para todo tipo de viviendas.

Persianas Alicantinas en una vivienda.

Persianas Alicantinas en una vivienda. / Cedida a Lne

Oviedo

Las persianas alicantinas, con ese aire tan mediterráneo que recuerda a las siestas en verano y a las fachadas blancas acariciadas por el sol, están ganando cada vez más protagonismo en tierras asturianas. Puede sonar sorprendente que un elemento tan vinculado al Levante español haya empezado a formar parte del paisaje del norte, pero lo cierto es que su éxito no es fruto de una moda pasajera, sino de una mezcla muy bien equilibrada de tradición, funcionalidad y belleza natural. La apuesta de los asturianos por este tipo de persianas no responde solo a una cuestión estética; tiene mucho que ver con su durabilidad, su adaptación al clima húmedo del Cantábrico y la sensación acogedora que aportan a cualquier hogar.

Persianas alicantinas: tradición mediterránea llega al norte de España

Las persianas alicantinas llevan siglos formando parte del día a día en pueblos costeros donde el sol aprieta y la brisa marina lo envuelve todo. Nacidas en Alicante y extendidas por buena parte del Mediterráneo, estas persianas no han perdido un ápice de autenticidad con el paso del tiempo. Son de esas cosas que siguen fabricándose casi igual que hace décadas, y eso es precisamente lo que las hace especiales. En Asturias, donde se valora mucho lo artesanal y lo que tiene alma, han encontrado una acogida sorprendente.

La conexión entre la tradición levantina y la forma de vivir en el norte ha fluido de manera natural. Aunque las necesidades climáticas son distintas, el gusto por lo hecho a mano, lo resistente y lo bonito ha facilitado ese puente cultural. Lo curioso de las persianas alicantinas es que, mientras en la costa mediterránea se usan para proteger del sol, en Asturias están triunfando por su capacidad para ventilar sin perder intimidad y por lo bien que encajan con estilos arquitectónicos más rústicos, tanto en casas de piedra como en viviendas más modernas con toques naturales.

Características únicas del estilo alicantino

Lo primero que llama la atención de las persianas alicantinas es su estructura sencilla pero muy bien pensada: lamas unidas con ganchos de acero o cuerda resistente, enrollables gracias a un cordón que se maneja con facilidad y, en la mayoría de los casos, fabricadas en madera de pino o PVC. Pero hay un detalle que marca la diferencia: la calidez visual que aportan. Colocando una persiana de este tipo, no hacen falta más alardes para que una fachada gane vida.

Además, no todas las persianas aportan esa mezcla entre sombra y ventilación que ofrecen las alicantinas. El diseño de las persianas alciantinas permite que el aire circule sin que el interior quede totalmente expuesto, algo muy valorado en viviendas que buscan intimidad sin sacrificar frescura. Otra cosa que sorprende es que, pese a su ligereza, aguantan el paso del tiempo de forma admirable. Cuando se cuidan bien, pueden durar años con apenas mantenimiento. Y si se elige una madera tratada o un PVC de buena calidad, se convierten en una inversión que, además, queda muy bien estéticamente.

Persianas alicantinas: adaptación al clima húmedo asturiano

En Asturias, el clima es otro cantar. Aquí la humedad y la lluvia están a la orden del día, así que cualquier elemento que forme parte del exterior tiene que saber resistir. Las persianas alicantinas, lejos de quedarse en algo decorativo, se están adaptando muy bien a este entorno. La clave está en los tratamientos que se aplican a los materiales, sobre todo en el caso de las versiones en madera. Con barnices protectores y una instalación correcta, no solo no se deterioran, sino que resisten el agua y el viento con sorprendente entereza.

Las Persianas alicantinas de PVC, por su parte, ha ganado muchos adeptos en esta zona por ser más resistente a la humedad sin perder el efecto visual tradicional. Aunque pueda parecer menos auténtico que la madera, su aspecto ha mejorado tanto en los últimos años que a veces cuesta distinguirlos a simple vista. Además, no se hincha, no se agrieta y es muy fácil de limpiar. Lo interesante es que, incluso en zonas cercanas a la costa donde el salitre suele hacer estragos, las alicantinas aguantan como campeonas.

Ventajas de las Alicantinas frente a persianas tradicionales

Uno podría preguntarse por qué elegir una persiana alicantina frente a una enrollable de aluminio o una veneciana de interior. La respuesta está en todo lo que ofrecen sin necesidad de mecanismos complicados ni instalación técnica. Para empezar, el sistema de enrollado es tan simple que apenas da problemas. Basta con tirar del cordón y listo. Además, no hay motores, guías ni piezas móviles que se estropeen con el tiempo. Esto, en una región como Asturias, donde el clima puede jugar malas pasadas, es un punto muy a favor, así como el hecho de que su instalación no requiere obra: se colocan con unos simples soportes y en pocas horas están listas tus alicantinas.

Otra ventaja de las persianas alicantinas, es que se integran visualmente de forma mucho más armónica. Las alicantinas no destacan por estridencias, sino que se funden con el entorno. En casas rurales, aportan un aire auténtico y cálido, mientras que en pisos urbanos rompen con lo estándar y dan un toque más cercano, casi nostálgico. En ambos casos, no obstante, permiten ahorrar energía, porque al dejar pasar el aire y tamizar la luz, se reduce la necesidad de encender luces o poner ventiladores. 

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