La patronal asturiana del metal teme que la imagen exterior que está dando el Gobierno dañe las ventas de sus empresas: "Es muy alarmante"

Femetal teme la "tormenta perfecta" por los aranceles y los efectos de la corrupción, y pide un pacto contra la siniestralidad laboral y medidas frente al absentismo

De pie, por la izquierda, María Pérez, directora de Femetal, Guillermo Peláez, José Miguel Guerrero, Antonio Fernández-Escandón, María Calvo y los presidentes de las Cámaras de Comercio de Gijón y Avilés,Félix Baragaño y Daniel González, en la asamblea de Femetal en La Granda.   | LUISMA MURIAS

De pie, por la izquierda, María Pérez, directora de Femetal, Guillermo Peláez, José Miguel Guerrero, Antonio Fernández-Escandón, María Calvo y los presidentes de las Cámaras de Comercio de Gijón y Avilés,Félix Baragaño y Daniel González, en la asamblea de Femetal en La Granda. | LUISMA MURIAS

Pablo Castaño

Pablo Castaño

La Granda (Gozón)

La industria asturiana del metal, de la que depende más del 67% del valor de las exportaciones de la región (3.800 millones de euros), debe afrontar la inseguridad generada por la guerra arancelaria, pero también los efectos de la corrupción política. "España se enfrenta de nuevo a la tormenta perfecta", alertó Antonio Fernández-Escandón, presidente de Femetal, que aseguró que "la imagen que nuestro país está dando en los mercados internacionales es muy alarmante" y que "esa realidad ejerce una presión constante sobre nuestras empresas".

Philippe Meyran da la mano a Guillermo Peláez. | LUISMA MURIAS

Philippe Meyran da la mano a Guillermo Peláez. | LUISMA MURIAS

La asamblea anual de Femetal se celebró ayer en un marco emblemático como es el chalé de La Granda, en Gozón, donde tiene su sede ArcelorMittal España. "Estar aquí responde a un menester: realizar una defensa a ultranza de la industria", señaló Fernández-Escandón, que interrumpió su discurso de clausura de la asamblea de Femetal para pedir un minuto de silencio en recuerdo del trabajador de la empresa Harsco fallecido el pasado miércoles en la factoría de ArcelorMittal en Gijón. A ese accidente laboral también se refirieron en sus discursos el CEO de ArcelorMittal España, Philippe Meyran ("es un drama para todos", señaló), la presidenta de FADE, María Calvo, y el consejero de Hacienda del Principado, Guillermo Peláez, que anunció que la próxima semana se reunirá la junta rectora del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales para analizar los últimos accidentes mortales, con once trabajadores fallecidos en Asturias en lo que va de año.

"La siniestralidad exige un pacto regional. Se han producido demasiadas muertes que se podrían haber evitado. Esto es inadmisible", afirmó el presidente de Femetal, que añadió que "empresarios, trabajadores y administración pública deben avanzar con firmeza hacia una cultura de la prevención real, efectiva y compartida donde la seguridad y la salud laboral sea un compromiso irrenunciable de todos".

El papel de las mutuas

La siniestralidad preocupa a Antonio Fernández-Escandón, pero también "el alto nivel de ausentismo laboral", que en el sector del metal asturiano ascendió al 10,34% de las horas de trabajo en 2024. "Insistimos una vez más en la urgencia de adoptar medidas eficaces, como una mayor colaboración entre las mutuas y el sistema público de salud. Un diagnóstico incorrecto o tardío, así como un retraso en la recuperación del trabajador, pone en riesgo la salud de las personas y limita sus posibilidades de desarrollo profesional", señaló Fernández-Escandón.

Al absentismo también se refirieron tanto el presidente de la patronal estatal Confemetal, José Miguel Guerrero, como la presidenta de FADE, María Calvo, que destacaron la necesidad de que las comunidades autónomas firmen los convenios con las mutuas para asumir estas últimas las bajas por lesiones tras el acuerdo a nivel nacional. "Tengo pendiente una reunión con la consejera de Sanidad", señaló Calvo.

El presidente de Femetal sacó pecho de la importancia del sector del metal en Asturias, que aporta más del 11% del PIB regional, y destacó que en el primer trimestre del año la actividad productiva aumentó el 3,5% y se mantienen sus 32.000 empleos.

Situación política

No obstante, señaló que en el sector persiste la dificultad para encontrar personal cualificado y los altos costes laborales, y resaltó las incertidumbres generadas con la llegada al poder en Estados Unidos de Donald Trump. "Si el ámbito mundial es extremadamente inseguro, la situación política de nuestro país no es menos preocupante", destacó Fernández-Escandón, que aseguró que "la imagen que nuestro país está dando en los mercados internacionales es muy alarmante" y que "la inestabilidad política nos hace perder credibilidad como país". Además, alertó de que "la situación puede empeorar" tanto a nivel nacional como internacional.

"Todos estos factores obligan a los empresarios a compatibilizar la necesidad de mantener la competitividad con un entorno de costes crecientes; una incertidumbre persistente en la demanda y una preocupante escasez de perfiles cualificados", afirmó Fernández-Escandón, que añadió que "pese a todo, la industria del metal sigue siendo una apuesta segura" y , por ello, requiere atención de las administraciones. "No pedimos privilegios, solo exigimos un entorno justo que permita a nuestras empresas crecer, innovar y crear futuro", destacó el presidente de Femetal.

El consejero de Hacienda, Guillermo Peláez, destacó que el Gobierno regional se ha propuesto aumentar su capacidad de influencia en Europa y destaco que Asturias lidera la ponencia del comité de las regiones sobre el acero. "El plan de acción del acero y los materiales de la Comisión Europea está bien, pero ahora hay que implementarlo", señaló Peláez. n

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