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URA se planta ante el Principado y abandona el Pacto por el Medio Rural: "Antes de hablar del 2030 hay que centrarse en el día a día de Asturias"

El Consejero se defiende: "No es un espacio para blanquear la acción del Gobierno"

Constituión de la mesa de trabajo para el Pacto por el Medio Rural, el pasado mes de agosto.

Constituión de la mesa de trabajo para el Pacto por el Medio Rural, el pasado mes de agosto. / Irma Collín

Sara Bernardo

Sara Bernardo

La Unión Rural Asturiana (URA) ha anunciado su salida de la mesa encargada de diseñar el Pacto por el Medio Rural al considerar que se trata de una “auténtica bomba de humo sin presupuestos ni plazos claros”. "Antes de sentarse a hablar de estrategias de aquí a 2030, es urgente cumplir con el día a día del sector en Asturias", explican desde la organización cuya decisión fue apoyada por Usaga.

El anuncio se produjo esta mañana durante la reunión celebrada en Oviedo y presidencia por el consejero de Medio Rural y Política Agraria, Marcelino Marcos Líndez, quien encabeza los trabajos de este foro cuyo objetivo es definir una estrategia común y estable para afrontar los principales retos del campo y del sector agroganadero asturiano.

Entre los desafíos que pretende abordar el pacto figuran el relevo generacional en la agricultura y la ganadería, la mejora de los servicios públicos en las zonas rurales, la creación de empleo, el fortalecimiento de las cadenas de valor agroalimentarias, la sostenibilidad ambiental y la cohesión territorial.

La mesa, constituida el pasado agosto, reúne a representantes de las administraciones públicas, organizaciones agrarias, el sector agroalimentario y forestal, entidades locales y otros agentes sociales y económicos.

Entre los participantes se encuentran la Federación Asturiana de Concejos (FACC), la Delegación del Gobierno en Asturias, la Red Asturiana de Desarrollo Rural (Reader), la Universidad de Oviedo, Cooperativas Agroalimentarias del Principado, la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) y las organizaciones agrarias URA, UCA, Usaga y Coag, además de la Federación de Cofradías de Pescadores.

Tras el abandono de URA y Usaga, el consejero Marcelino Marcos lamentó la decisión y rechazó que el Pacto Rural sea un espacio para “blanquear la acción del Gobierno”. “El documento de trabajo no es un texto del Gobierno, sino una guía integral para el medio rural. Se trata de un documento compartido, no exclusivo del Ejecutivo”, explicó el consejero. Marcos añadió que el pacto marca un horizonte temporal hasta 2030 y busca modernizar y adaptar las políticas rurales a los nuevos desafíos del territorio.

Según el consejero, las organizaciones salientes compartían los aspectos del documento, pero discrepaban en su enfoque político. El borrador del Pacto Rural se articula en cinco ejes principales que incluyen acciones transversales como el fomento de la formación y la innovación, la conciliación y el trabajo digno en el sector agrario, la gestión equilibrada de la biodiversidad y la educación ambiental.

Con la salida de URA y Usaga, el Pacto por el Medio Rural afronta un futuro incierto. Mientras el Gobierno del Principado insiste en que se trata de una estrategia participativa y abierta, las organizaciones agrarias reclaman más presupuesto, plazos concretos y compromisos verificables.

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