Por qué Asturias ha tenido mucho que ver en la propuesta de Pedro Sánchez para acabar con el cambio horario

El Gobierno central ha propuesto a la Unión Europea poner fin al cambio de horario estacional y fijar uno único, de manera que ya no sea necesario cambiar el reloj dos veces al año. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, anunció esta intención en sus redes sociales. El cambio de hora actual, según expuso, «apenas ayuda a ahorrar energía y tiene un impacto negativo en la salud y en la vida de la gente». La Federación Socialista Asturiana (FSA) ha tenido un papel importante en esta propuesta, al incluirla en el último congreso del partido, celebrado en Sevilla. Fue Iván González, uno de los delegados asturianos, quien llevó la proposición a una de las comisiones, llamada «Hacia la España del Bienestar». González la presentó previamente en la agrupación de Langreo y fue apoyada por Oviedo, Laviana, Tevera y Sobreescobio, entre otras localidades.

Aquella comisión se prolongó debido a las dudas suscitadas en Ferraz sobre si mantener o no el redactado original que venía desde Asturias, el cual apostaba por conservar el horario de verano. «Adiós al cambio de hora que no ahorraba y sí dañaba la salud mental. Más luz y conciliación. Política útil», aseguró Iván González. La idea de España es que el cambio de hora se elimine a partir de 2026, ya que es en ese año cuando finaliza la planificación actual.

Es la Comisión Europea quien establece estas modificaciones. El debate se abre en la misma semana en que debe producirse el cambio de hora: en la madrugada del domingo 26 de octubre, los relojes se atrasarán una hora (a las 3:00 serán las 2:00), finalizando así el horario de verano y dando paso al de invierno. El Ejecutivo propone esta medida ante el Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía (TTE) de la UE, donde se reúnen los ministros y ministras de los Estados miembros. En 2018, la Comisión ya propuso acabar con los cambios de hora, pero no se alcanzó la mayoría cualificada necesaria en el Consejo, pese a que el Parlamento Europeo había dado luz verde con el 63 % de los votos. El Gobierno se apoyará en tres argumentos: el respaldo mayoritario de la ciudadanía española y europea; la ausencia de evidencia científica que demuestre que esta práctica genere un ahorro energético sustancial en la actualidad; y las consecuencias negativas que tiene en la salud y el bienestar de millones de personas, según señalaron fuentes gubernamentales. La gran incógnita es qué horario adoptar: el de verano (UTC+2), que termina este domingo y que defendió la FSA, o el de invierno (UTC+1).

Debate en torno al horario

El Gobierno central no lo ha aclarado oficialmente por el momento, aunque Teresa Ribera, exministra para la Transición Ecológica y actual vicepresidenta de la Comisión Europea, dijo ayer en TVE que, en el caso de España, el horario más adecuado sería el de invierno, aunque no confirmó que esa fuese la propuesta.

En Asturias, la propuesta parece ser bien recibida en varios sectores. «Si se mantiene el horario de verano, habrá más luz en la franja posterior a la jornada laboral, lo que previsiblemente favorecerá la compra presencial de tarde y la decisión de compra por impulso, tal como ha sucedido históricamente cuando se adelanta el reloj en primavera. Además, la hora fija facilita coordinar tienda física, venta online y logística, reduciendo incidencias y mejorando la experiencia del cliente», asegura Fernando Clavijo, gerente de la Unión de Comerciantes del Principado. Javier Fernández Lanero, secretario general de UGT Asturias, considera «razonable» que haya un horario único, que deben determinar los expertos. Damián Manzano, de CC OO, opina que es una medida acertada: «Ya no tiene sentido cambiar de horario», asegura.

¿Qué cambios horarios se producen en España?

En España se producen dos cambios de horario cada año, lo que es una práctica compartida con la mayoría de países de la Unión Europea. El primero tiene lugar el último domingo de marzo, cuando los relojes se adelantan una hora para dar comienzo al horario de verano (de UTC+1 a UTC+2 en la península y Baleares). Este ajuste pretende aprovechar mejor las horas de luz solar durante los meses más cálidos, reduciendo el consumo energético y fomentando actividades al aire libre. Aunque el impacto real en el ahorro energético ha sido objeto de debate, la medida se mantiene vigente desde hace décadas.

El segundo cambio se realiza el último domingo de octubre, momento en el que los relojes se atrasan una hora para recuperar el horario de invierno. Con este retroceso, España vuelve a UTC+1 en la península y Baleares, mientras que Canarias pasa de UTC a UTC-1. Este ajuste pretende adecuar las horas de luz naturales a los ritmos de actividad habituales durante los meses más fríos,

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