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El empresario de la mina de Cerredo firma la venta de la explotación que tiene en Ibias y en la que debe varias nóminas

El traspaso de Carbones La Vega a otro grupo empresarial pone fin a la incertidumbre de la treintena de trabajadores, ya que el nuevo propietario se compromete a pagar lo que se les adeuda

Entorno de la mina de carbón de Tormaleo

Entorno de la mina de carbón de Tormaleo / LNE

Vicente Montes

Vicente Montes

Oviedo

El empresario Jesús Rodríguez Morán, conocido como Chus Mirantes, y cabeza del conglomerado familiar que explotó la mina de Cerredo, ha confirmado la venta de la empresa Carbones La Vega, propietaria de los derechos de explotación en la Mina Miura en Tormaleo (Ibias). Fuentes sindicales y próximas a los trabajadores de la explotación de Ibias corroboraron a LA NUEVA ESPAÑA tener también constatación de la venta, lo que en teoría desbloquea la situación en la que se encontraba la plantilla de Tormaleo, que llevaba varias nóminas sin cobrar.

La confirmación llegó a los trabajadores a través de una comunicación a la plantilla en la que se informaba de la formalización de la adquisición de Carbones La Vega. Está previsto que a lo largo de los próximos días el representante del grupo empresarial que ha adquirido la firma (cuya identidad no ha trascendido) se reuna con el personal de la mina de Tormaleo.

Tal y como publicó este periódico, Rodríguez Morán informó a los trabajadores a principios de este mes que planeaba la venta de la compañía, con el objetivo también de senear la situación económica en la que se encontraba la sociedad. Incialmente comunicó a la plantilla que la venta se rubricaría este 14 de octubre, pero problemas burocráticos lo impidieron, por lo que el empresario pidió paciencia a los trabajadores.

No obstante, esa demora llevó a la plantilla a iniciar el proceso de reclamación de las nóminas adeudadas. El mensaje con el que Chus Mirantes informaba de las "malas noticias" que retrasaban la operación llevó a la treintena de trabajadores de la mina de Tormaleo a activar la denuncia forrmal de los salarios que se les debían. "Si se produce finalmente la venta y, tal como se nos afirmó, el comprador asume la deuda con la plantilla, retiraremos esas reclamaciones", indicaron fuentes de los trabajadores, que activaron la denuncia a través del sindicato minero SOMA.

Fuentes sindicales consultadas expresaron su confianza en que este cambio de propiedad despeje la incertidumbre para la plantilla. Chus Mirantes afrontaba una complicada situación económica tras el accidente mortal de Cerredo, en el que fallecieron cinco trabajadores cuando extraían carbón de manera ilegal, y a causa de un proceso judicial tras el hallazgo de 390 kilogramos de cocaína en un transporte de carbón vegetal descargado en El Musel en 2014. Por esta última cuestión, Mirantes se enfrenta a una petición de diez años de cárcel.

Esas dificultades económicas afectaron a la capacidad para abonar las nóminas. Los trabajadores llevan desde el pasado mes de abril sufriendo problemas para cobrar, con continuas demoras o liquidaciones retrasadas, como ya informó este periódico. Algunos trabajadores tienen pendiente el pago de cinco mensualidades.

La venta de Carbones La Vega pondría fin a meses de incertidumbre entre los trabajadores, que confían en que pronto se pueda reanudar la actividad y cobren los salarios atrasados.

El cambio de propietario de Carbones La Vega no tendría por qué afectar a los permisos administrativos de la mina de Tormaleo, ya que no sería una venta de los derechos mineros, sino íntegramente de la empresa titular de ellos.

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