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La falta de mano de obra obliga a renunciar a las ayudas para proteger fincas de lobos y osos

COAG advierte de que los ganaderos pierden entre 16.000 y 30.000 euros al no poder certificar los trabajos porque las empresas forestales contratadas se vieron desbordadas por los incendios

Vacas pastando en un prado.

Vacas pastando en un prado. / DEMELSA ALVAREZ

Mariola Riera

Mariola Riera

Oviedo

Entre 16.000 y 30.000 euros. En esa franja oscilan las cantidades a las que se han visto obligados a renunciar algunos ganaderos asturianos que habían solicitado las ayudas para cerrar fincas y proteger a sus animales de los ataques del lobo, del oso y del resto de fauna salvaje.

El plazo para certificar las subvenciones acabó el 30 de octubre y muchos –sobre todo en el Occidente– se han visto obligados a renunciar por no poder hacerlo. El motivo: la falta de mano de obra, ya que las empresas y cooperativas forestales que iban a hacer las obras no pudieron cumplir, al tener que participar en la extinción de los voraces incendios del pasado verano.

Prórroga

La organización COAG había pedido a la Consejería de Medio Rural que prorrogase el plazo al ver venir tal problema. "Era una petición muy razonable. Pero nuestros peores presagios se han cumplido. Y eso que la Consejería animó a adoptar medidas de prevención frente a los ataques del lobo o el oso y se anunciaron ayudas para financiar el 100% del coste", dicen en COAG, que se quejan de la burocracia y los retrasos administrativos. "Estas presuntas políticas de prevención resultan totalmente ineficaces. El lobo y el oso no esperan a que instalemos cierres".

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