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La ambiciosa solución antiatascos para la autopista "Y" que nunca se ejecutó en Asturias

El Ministerio de Fomento manejó un ambicioso proyecto de ampliación de la autopista entre Oviedo, Gijón y Avilés que nunca llegó a culminar

Tráfico en la autopista Y (A-66), en el centro de Asturias.

Tráfico en la autopista Y (A-66), en el centro de Asturias. / LUISMA MURIAS

Xuan Fernández

Xuan Fernández

Oviedo

Hace casi dos décadas, en 2008, el Ministerio de Fomento presentó un ambicioso proyecto: ampliar la autopista "Y" con un tercer carril por sentido entre Oviedo, Gijón y Avilés. El plan, con un presupuesto de licitación de 98,5 millones de euros, buscaba dar respuesta al problema del tráfico excesivo, que ya entonces preocupaba a conductores y administraciones y que sigue siendo un quebradero de cabeza en la actualidad, con frecuentes atascos en esta vía esencial para la región.

El estudio informativo, que llegó a someterse a información pública, planteaba una ampliación hacia la mediana, con un carril de uso mixto —para vehículos ligeros y pesados— cuya disponibilidad se regularía según las condiciones del tráfico. La propuesta había empezado a diseñarse años antes por la Demarcación de Carreteras, dirigida por Ignacio García Arango, quien se inspiró en infraestructuras similares utilizadas en California.

El plan preveía que, en horas de mayor saturación, camiones y autobuses pudieran utilizar esos carriles, disponibles también para turismos en otros horarios mediante señalización dinámica. En aquel entonces se contabilizaban más de 60.000 vehículos diarios en la "Y", una cifra similar a la actual. Además, el proyecto incluía la mejora de las conexiones de autobuses con las zonas urbanas, aunque este objetivo excedía las competencias de Fomento.

Era una solución técnica más sencilla y económica que otras alternativas, como la ampliación hacia los arcenes, ya que evitaba grandes movimientos de tierra y aprovechaba la infraestructura existente.

El diseño contemplaba una calzada final de 10,5 metros, con tres carriles por sentido, arcenes ajustados y una mediana de cuatro metros. Los viaductos se adaptarían mediante tableros adicionales para mantener el tráfico sin interrupciones. También se incluía el citado sistema de señalización electrónica que indicaría cuándo y en qué condiciones podría utilizarse el tercer carril. En horas punta o días de gran afluencia, este espacio se reservaría para camiones y vehículos de alta ocupación.

Pese a lo avanzado del estudio, la iniciativa se diluyó y nunca llegó a ejecutarse. El expediente sigue en la Demarcación de Carreteras y no se ha retomado por completo, a pesar de que los atascos en la "Y" continúan siendo una constante. En octubre de 2023 se abrió un tercer carril entre Lugones (Siero) y Matalablima (Oviedo), en un tramo de más de cuatro kilómetros.

Las colas en los accesos a Oviedo y Gijón siguen siendo frecuentes, especialmente en horas punta, y los fines de semana de verano el tráfico hacia Avilés y la costa occidental se convierte en un serio problema.

Ingenieros y expertos en movilidad coinciden en que aquel proyecto de Fomento, de haberse ejecutado, habría supuesto un alivio importante para la red viaria asturiana, evitando continuos atascos que se generan en momentos de mucho tráfico. La prueba es lo sucedido en el espacio donde sí hay un tercer carril, con la ausencia de aglomeraciones pese a que pueda haber atascos en otras zonas de la misma autopista.

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