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Asturias gana terreno como potencia audiovisual con una industria cultural sólida y sostenible

Técnicos, productores y creadores debaten sobre una estrategia que transforme el potencial del Principado y aporte "un enorme impacto económico y social"

El cine, con escuela y platós en Oviedo, la nueva apuesta económica para impulsar la región

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Irma Collín

Tino Pertierra

Tino Pertierra

Asturias está lista para su gran plano secuencia. Por primera vez en mucho tiempo se habla de cine con la sensación de estar construyendo algo duradero. No se trata ya de celebrar que un rodaje pase unos días por la región o que una producción internacional como "Los juegos del hambre" o "Los cuatro fantásticos" descubra sus paisajes naturales o urbanos, sino de diseñar una estrategia que convierta al Principado en un territorio de referencia para el sector audiovisual. LA NUEVA ESPAÑA reunió a técnicos, productores y creadores para debatir sobre una estrategia válida y valiosa que transforme con pasos firmes y primeros planos de actuación el potencial creativo del Principado: David González, director de Sekuens; Janelle Landers, productora; Javier Alonso Varela, fundador de Jimsonweed; Samu Fuentes, director y guionistas, y Javier Bouzas, técnico de Asturias Paraíso Natural Film Commission.

Un guión escrito a muchas manos con un objetivo claro: levantar una industria propia, capaz de generar empleo, atraer inversión y proyectar una imagen moderna y competitiva de Asturias hacia el exterior.

Javier Bouzas, de Asturias paraíso natural film comission

Javier Bouzas, de Asturias paraíso natural film comission / Irma Collín

Si hay un momento oportuno para dar un salto hacia delante es ahora

Javier Bouzas

— Asturias Paraíso natural film comission

Ese es el propósito que guía la acción de Sekuens, la agencia pública de ciencia, competitividad empresarial e innovación del Principado, que ha asumido el liderazgo de un proceso llamado a marcar la próxima década. "Estamos construyendo los cimientos de una industria que puede tener un enorme impacto económico y social", explica David González, su director ejecutivo.

"Durante años se habló del audiovisual en Asturias como algo cultural, casi romántico, pero el cine es una industria con una cadena de valor muy extensa. Desde la formación y el guion hasta la producción, la distribución y la promoción internacional, cada paso implica empleo, innovación y tejido empresarial", sostiene.

Del impulso cultural a la visión estratégica

González es consciente de que levantar una industria no es una tarea inmediata. "Esto no se hace en un año ni en dos. Necesitamos una estrategia a largo plazo, que implique a empresas del sector audiovisual, centros de formación y administraciones. El papel de Sekuens es actuar como catalizador: conectar las piezas, identificar oportunidades, eliminar obstáculos y acompañar a los profesionales".

David González, director de Sekuens

David González, director de Sekuens / Irma Collín

Es una industria con un impacto y retorno socioeconómico enorme y transversal

David González

— Director de Sekuens

El director de la agencia afirma que "hay algo que no se compra con dinero: talento, entusiasmo y una convicción compartida de que Asturias puede jugar en primera división. Eso es lo que debemos cuidar y transformar en músculo industrial".

González subraya también la importancia de la cooperación público-privada. "El futuro del cine asturiano se construirá en alianza con quienes llevan años luchando por levantar proyectos. Lo que estamos haciendo es tender puentes entre lo público y lo privado, entre la administración y el creador, para que el sector deje de ser una suma de iniciativas individuales y se convierta en un ecosistema coherente".

Un territorio que quiere ser plató y fábrica

El Principado parte con una ventaja que muchos territorios envidian: su diversidad natural y patrimonial. En apenas una hora, un equipo de rodaje puede pasar de un acantilado a un bosque de niebla, de una villa marinera a un palacio barroco o una mina abandonada. Esa variedad visual es, para los productores, un imán irresistible. A ello vamos con la productora australiana Janelle Landers, productora ejecutiva de la compañía Landers & Cofiño: "Asturias es un territorio de contrastes. Tiene mar y montaña, historia y modernidad, naturaleza y arquitectura industrial. Desde el punto de vista visual, lo tiene todo. Pero además hay algo que los productores valoramos muchísimo: la calidad humana. Aquí la gente se implica, colabora, busca soluciones. No es un territorio saturado ni con burocracias imposibles, y eso lo convierte en un lugar donde se puede trabajar con tranquilidad y eficacia".

Janelle Landers, productora

Janelle Landers, productora / Irma Collín

El objetivo es ser competitivos para acoger proyectos internacionales y crear una base de producción local

Janelle Landers

— Productora

Landers asegura que Asturias le recuerda "a los lugares donde las industrias nacen". "En estos entornos hay una energía especial, una mezcla de ambición y humildad. Nadie da nada por hecho, todos tienen ganas de demostrar lo que saben hacer. Esa actitud es oro para levantar una industria audiovisual".

Para la productora, sin embargo, el verdadero reto no es atraer grandes rodajes, sino fomentar la creación local. "Es fundamental que los asturianos cuenten sus propias historias. Si una región solo vive de los rodajes ajenos, nunca desarrollará una identidad cinematográfica. El objetivo debe ser doble: ser competitivos para acoger proyectos internacionales, pero también crear una base sólida de producción local que refleje la cultura, la historia y la sensibilidad del territorio…".

El regreso del talento y la siembra del conocimiento

El caso de Javier Alonso Varela es emblemático. Nacido en Gijón, ha pasado más de dos décadas trabajando en la industria de Hollywood, donde participó en producciones de gran envergadura como "Avatar", "Napoleon", Guardianes de la Galaxia 2" o "Star Wars: The Force Awakens". Reputado supervisor de efectos especiales y artista, hoy dirige Jimsonweed, una productora especializada en postproducción especializada en efectos visuales, que busca conectar el talento asturiano con las exigencias del mercado internacional.

Javier A. Varela, dirige Jimsonweed

Javier A. Varela, dirige Jimsonweed / Irma Collín

"Volver a Asturias ha sido un acto de fe, pero también de convicción", afirma. "Hay una energía creativa aquí que me recuerda a los inicios de otros polos audiovisuales, cuando todo estaba por hacer y la ilusión lo movía todo. Pero la ilusión no basta: necesitamos estructura, inversión y una planificación profesional que permita que los proyectos no se queden en buenas intenciones".

Alonso Varela insiste en que "el cine no se hace solo con paisajes. Se hace con planificación, con contabilidad, con derechos, con acuerdos, con oficinas. Necesitamos una administración que entienda los tiempos de la industria, un sistema de incentivos que atraiga inversión extranjera y una red de formación continua que garantice personal cualificado. La buena noticia es que todo eso se puede construir si hay voluntad".

El retorno de profesionales como Alonso Varela es, para muchos, una señal de esperanza. "Durante años nos fuimos porque no había oportunidades aquí. Ahora, por primera vez, parece que hay un horizonte. El reto es no repetir los errores del pasado: no basta con traer rodajes, hay que quedarse después del rodaje, hay que sembrar conocimiento, crear empresas, consolidar empleo. Ese es el cambio de mentalidad que necesitamos".

Una Film Commission en primera línea

Quien mejor conoce los entresijos de ese esfuerzo es Javier Bouzas, técnico de la Asturias Paraíso Natural Film Commission, el organismo que desde hace casi una década facilita los rodajes en la región. Su trabajo ha sido clave para que Asturias aparezca en los mapas de localizadores internacionales.

"Cuando empezamos, muy pocos sabían siquiera que existíamos", recuerda Bouzas. "No teníamos presupuesto ni estructura, pero teníamos claro que queríamos que Asturias estuviese en la conversación. Hoy podemos decir que lo hemos conseguido: cada vez más productoras llaman, preguntan, se interesan. Eso significa que hemos hecho bien nuestra labor de visibilidad".

Samuel Fuentes, guionista y director

Samuel Fuentes, guionista y director / Irma Collí­n

Por primera vez hay una sensación real de movimiento. No solo se habla, se actúa

Samu Fuentes

— Guionista y director

Bouzas reconoce que aún queda mucho camino. "Nos falta un marco fiscal propio que nos haga más competitivos, pero podemos ofrecer algo que otros no tienen: una red de profesionales que se implican, unos costes ajustados y un patrimonio único. Asturias tiene una belleza que no es de postal, es verdad, es vida, y eso los directores lo perciben".

El técnico subraya la importancia de convertir ese potencial en industria. "Queremos que los rodajes no sean un hecho aislado, sino la consecuencia de una estructura sólida. Que detrás de cada película haya empresas locales, técnicos asturianos, estudiantes en prácticas. Que el audiovisual se convierta en una cadena de valor que se retroalimente".

El cineasta Samu Fuentes, autor de "Bajo la piel de lobo" y figura destacada del nuevo cine asturiano, lo resume con claridad: "Por primera vez hay una sensación real de movimiento. No solo se habla, se actúa. Hay cursos, hay asociaciones, hay festivales que conectan con la industria. El ambiente ha cambiado".

Fuentes cree que el audiovisual puede ser uno de los motores del futuro asturiano. "Un rodaje no es solo arte. Es empleo, es logística, es industria. Cada euro invertido se multiplica en la economía local. El cine tiene la capacidad de activar sectores como la hostelería, el transporte, la carpintería o la publicidad. Y además deja un impacto intangible: autoestima, orgullo, visibilidad".

El director, que también forma parte de la asociación de cineastas "Lluces", insiste en que el momento es propicio, pero no eterno. "Hay que aprovecharlo. Si no consolidamos ahora lo que se está creando, volveremos a la dispersión. Necesitamos apoyo institucional estable, fondos recurrentes, una estructura que dé continuidad. De lo contrario, cada impulso quedará en un esfuerzo aislado".

Sobre la identidad cinematográfica asturiana, Fuentes es optimista. "Durante años tuvimos complejos: pensábamos que lo que contábamos aquí no interesaba fuera. Pero eso se acabó. Las historias universales surgen de lo local. Una película rodada en los Picos de Europa o en un barrio de Avilés puede emocionar en cualquier parte del mundo. Lo importante es contarla con autenticidad y con medios dignos."

Un horizonte de cinco años

El reto que todos los participantes asumen es mayúsculo: transformar en apenas un lustro un sector incipiente en una industria reconocible, competitiva y sostenible. Para ello, Sekuens trabaja ya en un plan estratégico que integrará formación, incentivos, infraestructuras y alianzas con el tejido empresarial.

"No partimos de la nada", subraya David González. "Tenemos talento, paisajes, cultura, una identidad muy fuerte y una administración que cree en este proyecto. Lo que falta es coordinación y constancia. Pero si algo distingue a Asturias es su capacidad para resistir y reinventarse. El audiovisual puede ser una de las claves de esa reinvención".

A medio plazo, el objetivo es claro: que el Principado deje de ser solo un plató natural y se convierta en una fábrica de historias. Una tierra donde las películas se rueden, pero también se escriban, se monten, se mezclen y se sueñen. Y con un final feliz.

A medio plazo, el objetivo es claro: que el Principado deje de ser solo un plató natural y se convierta en una fábrica de historias. Una tierra donde las películas se rueden, pero también se escriban, se monten, se mezclen y se sueñen. Y con un final feliz.

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