Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

La siderurgia asturiana espera volver a operar con dos hornos altos en una semana

ArcelorMittal inicia sin éxito la compleja labor para arrancar la instalación "B" de Gijón, que lleva 12 días parada y es clave para la actividad de acerías y talleres

Los dos hornos altos de ArcelorMittal en Gijón.

Los dos hornos altos de ArcelorMittal en Gijón. / MARCOS LEÓN

Pablo Castaño

Pablo Castaño

Oviedo

ArcelorMittal espera que en poco más de una semana vuelvan a estar operativos sus dos hornos altos de Gijón, el corazón de la siderurgia asturiana. En la tarde de ayer comenzaron, aunque sin éxito, las labores para encender el horno alto "B", que llevaba apagado desde el pasado 23 de octubre tras fracasar los intentos para estabilizar la instalación. Una semana antes había sufrido varios incendios después de retomar la actividad tras la parada técnica del verano.

Las labores para arrancar el horno alto son muy complejas. Estaba previsto que se iniciaran el próximo viernes, pero finalmente se adelantaron a la tarde de ayer. Para el arranque se utiliza la técnica de la oxilanza, que lleva a cabo un equipo especializado formado por personal del centro de I+D de ArcelorMittal en Avilés y de los hornos altos de Gijón. El método de la oxilanza consiste en la introducción en el horno alto de oxígeno y gas propano mediante un tubo (lanza en el argot siderúrgico) que se inyecta en una de las piqueras, que es por donde se extrae el arrabio y la escoria. La introducción de oxígeno y gas propano (a los que más adelante se añade aire caliente que se introduce por las toberas) permite arrancar el horno alto en condiciones más estables para evitar problemas derivados de los cambios bruscos de temperatura, que pueden dañar la instalación y provocar costosas averías que podrían poner en riesgo su continuidad.

Fuentes de ArcelorMittal señalaron que durante los últimos días se ha preparado la oxilanza y se ha cargado el horno alto "B" de mineral de hierro, coque y fundentes. La labor de arranque comenzó en la tarde de ayer, pero la oxilanza instalada en la piquera sur se consumió sin lograr su objetivo. Hoy se volverá a repetir la operación en la piquera norte. Toca esperar y, si hay éxito, se espera que en 36 horas ya se pueda hacer la primera sangría (extracción de arrabio), aunque aún sin la calidad para poder abastecer a las acerías. Si todo sale según lo previsto, el horno alto podría estar en funcionamiento en poco más de una semana. Si fallaran las labores de arranque, sería necesario el vaciado del horno, labor que podría llevar meses, según reconoció la empresa en un encuentro celebrado el pasado lunes con representantes de los trabajadores, en el que se apuntó que la vida útil del horno "b" podría llegar hasta periodo 2028-2030. Los trabajadores mostraron su preocupación por la seguridad en la instalación tras los incidentes del pasado mes.

El otro horno alto de Gijón, el "A" –cuya vida no se prevé que se prolongue más allá de 2026 si no se somete a una costosa reforma–, se mantiene a máxima carga estos días para garantizar la actividad de las acerías de Gijón y Avilés y de los talleres acabadores. Esta actividad no es muy alta por la limitada demanda de productos siderúrgicos en el contexto de la crisis del acero en Europa. Además, la siderurgia asturiana solo tiene operativo uno de sus dos sínter (donde se prepara el mineral de hierro mediante calentamiento y compactación). El sínter "A" paró el pasado mes y durante 50 días será sometido a labores de mantenimiento y mejora puesto que, a partir de fin de año, será el único sínter en funcionamiento en la siderurgia integral asturiana porque el "B" será clausurado definitivamente. En este escenario, en varias instalaciones de ArcelorMittal en Asturias se están aplicando regulaciones de empleo dentro del ERTE que está activo en la compañía, según apuntaron fuentes sindicales.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents