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Teresa Mallada no será la candidata del PP, que se enfrenta a un proceso de renovación

Feijóo traslada a la presidenta popular sin ambages que el partido buscará otro perfil y el congreso regional queda por ahora en suspenso

Por la izquierda, Teresa Mallada, Miguel Tellado (vicesecretario general de organización), Álvaro Queipo y Elías Bendodo (coordinador general del PP), en abril de este año, cuando ambos dirigentes nacionales visitaron Asturias. | Luisma Murias

Teresa Mallada no será la candidata autonómica del Partido Popular en las próximas elecciones autonómicas. La decisión, trasladada sin posibilidad de apelación desde la dirección nacional del partido en una reunión celebrada el lunes (en la que estuvo presente el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo), pretende además activar un proceso de renovación interna en el PP asturiano que se desarrollará en los próximos meses de cara a los comicios regionales.

Este nuevo escenario, según las fuentes consultadas, mantiene en suspenso por ahora la convocatoria de un congreso regional, que se reactivará una vez que el partido diseñe una hoja de ruta compartida que pueda dar pie a un cónclave de unidad. Sin embargo, esa posibilidad no parece aún cercana, a la vista del clima interno en el partido, que queda en un horizonte de incertidumbre que deberá comenzar a despejarse a corto plazo: los candidatos electorales deberían quedar claros en torno al mes de diciembre.

La potestad de aprobar las candidaturas autonómicas, al igual que las de las municipales en capitales de provincia, reside en el comité electoral nacional, de modo que Génova tendrá siempre la última palabra sobre quién encabezará el cartel de los populares en Asturias. Ayer, tanto la dirección nacional del PP como la regional mantuvieron silencio sobre esta cuestión.

La posibilidad de que Mallada no fuese la cabeza de lista del PP ha circulado en el partido desde hace meses, pero tampoco en las filas populares se vislumbraba un candidato claro que pudiera ser alternativa. Desde el pasado mes de abril, según algunas fuentes, los mensajes desde la dirección nacional, en especial mediante la interlocución de Miguel Tellado (vicesecretario general de Organización del PP), han discurrido sobre la necesidad de renovar liderazgos, instando a Mallada a buscar alternativas a ella misma para encabezar la candidatura de las elecciones autonómicas de mayo de 2023. En mayo, la necesidad de buscar otro candidato se reiteró desde Génova. Mallada ya entonces dejaba abierta la puerta a esa posibilidad, pero planteaba como objetivo irrenunciable un congreso regional del partido que certificase oficialmente su liderazgo interno.

Pero la estrategia de Génova ha sido otra: la de dilatar al máximo la convocatoria de los congresos en aquellos territorios en los que el clima interno era turbulento. Así, quedan aún sin fecha los cónclaves de Asturias, La Rioja y Navarra.

En el caso de Asturias, el desencuentro entre Teresa Mallada y parte de la cúpula nacional (en particular el propio Miguel Tellado) ha ido acrecentándose con los meses hasta convertirse en una cuestión insalvable. El argumento de Génova ha ido pasando de la necesidad de buscar una mayor unidad del centro derecha en Asturias bajo el paraguas de otro perfil a cuestionar el tirón electoral de Mallada. La dirección regional respondió a las dudas con una encuesta, elaborada por Metroscopia y publicada por LA NUEVA ESPAÑA, que daba al PP una hipotética victoria electoral. Pero ese sondeo pronto quedó en papel mojado: los planes de la dirección nacional para Asturias pasan por un camino alejado de Teresa Mallada.

La potestad de aprobar las candidaturas autonómicas reside en el comité electoral nacional

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La opacidad con la que estas discrepancias se desarrollaban en el seno del PP asturiano estalló por los aires cuando este periódico desveló, el pasado agosto, la comida privada celebrada entre el secretario general del partido en Asturias, Álvaro Queipo, y el que fuera fundador de Foro Asturias, Francisco Álvarez-Cascos. El malestar por esa comida en parte de la dirección regional afín a Mallada motivó que Miguel Tellado respaldase el encuentro (aunque alejándolo de cualquier lectura interna) y se revelasen dos cosas: la primera, que el congreso que Mallada situaba como prioridad no lo era tanto ("el objetivo de un partido no es celebrar congresos, sino ganar elecciones", declaró Tellado a LA NUEVA ESPAÑA); la segunda, que la opción de que la presidenta regional fuese la candidata se alejaba si no había un refrendo congresual de su liderazgo ("el PP aún no ha hecho el análisis de cara a las próximas elecciones"). Entonces, Tellado ya señalaba que "cuando el PP de Asturias esté preparado para convocar un congreso de unidad, se celebrará".

Búsqueda de alternativa

Ahora, el escenario está claro: Teresa Mallada no será la candidata autonómica, su futuro al frente del partido en Asturias queda aparentemente comprometido (si bien la vigencia de su presidencia no ha sido cuestionada) y el Partido Popular deberá buscar un candidato para Asturias que cuente con la aquiescencia de Génova y el respaldo máximo de una organización territorial que afronta un tiempo de incertidumbre.

En la conversación entre la dirección nacional y Mallada, según las personas consultadas, no se señalaron soluciones ni se indicaron nombres, pese a que algunas fuentes señalaban al secretario general, Álvaro Queipo, como una posible opción para atajar el problema. En caso de que la situación se encone, Génova tiene en su mano la posibilidad de imponer una gestora.

Aunque Teresa Mallada ha confiado su fortaleza interna a sentirse con el respaldo de gran parte de las juntas locales, ha sido palpable la incompatibilidad con el alcalde de Oviedo, el aún independiente Alfredo Canteli, o las heridas insalvables con la que fuera su predecesora en la presidencia del PP, Mercedes Fernández, hoy senadora. Tampoco la relación con la diputada nacional Paloma Gázquez ha estado exenta de dificultades.

En los últimos meses, esa falta de sintonía también se evidenció con el secretario general, Álvaro Queipo. El silencio de Génova sobre la convocatoria del congreso y la indefinición sobre la futura candidatura han conducido al PP asturiano a un clima de soterrada disputa.

Ahora queda por ver cómo será la digestión en el partido del hecho de que quede ya claro que Mallada no será la candidata y que el congreso no tendrá una programación inmediata hasta que no se produzca ese proceso de renovación y unidad. Con la organización convertida en una olla a presión, la dirección regional de Teresa Mallada ha guardado silencio públicamente durante los últimos meses. Pero el carácter inapelable de la decisión ya era asumido ayer en medios del Partido Popular en Asturias.

En las últimas semanas, algunos dirigentes del PP ya daban por hecho que Mallada no sería la candidata autonómica y que la posición expresada internamente en Génova terminaría por asentarse de un modo u otro. También, que a la postre debería llevar a su previsible relevo al frente del partido. No obstante, Mallada anunció su intención de volver a optar a presidir el PP asturiano, confiada en tener de su mano el respaldo mayoritario de la militancia. El PP regional tendrá ahora que encontrar el camino para resolver la encrucijada en la que se encuentra. Y, sin demasiada dilación, designar quién encabezará la candidatura autonómica, para no engordar los rumores y especulaciones.

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