El pleno más largo para (tratar de) ganar la cruzada contra la burocracia en el Principado

El PSOE recibe el apoyo de Cs e IU para sacar adelante la ley de empleo público y los votos del PP y Cs para aprobar la ley de Calidad Ambiental

Adrián Barbón en el pleno de la Junta más largo

Adrián Barbón en el pleno de la Junta más largo

J. A. A.

El penúltimo pleno, el más largo de toda la legislatura, servirá hoy para que el Gobierno autonómico saque adelante las dos leyes que anunció como “decisivas” para ganar la cruzada contra la burocracia en la que lleva inmerso desde el verano de 2020, cuando en plena primera ola del coronavirus el presidente del Principado, Adrián Barbón, encomendó esa misión al vicepresidente, Juan Cofiño. El PSOE sacará adelante la ley de empleo público con los apoyos de Ciudadanos e IU, mientras que para la de Calidad Ambiental recibirá el respaldo del PP y Ciudadanos, pero los votos en contra de Podemos, IU y Vox.

El primer debate de la mañana confirmó el guion previsto en el remate de la ponencia sobre la nueva ley de empleo público, llamada a modernizar la norma que regula a los empleados autonómicos desde 1985. La norma, que Cofiño ha defendido como “un instrumento clave para disponer de los recursos humanos y competencias que demandan los ciudadanos”, saldrá adelante en la votación que tendrá lugar a última hora de la tarde, con los votos a favor del PSOE, Ciudadanos e IU, el único voto en contra de Vox y la abstención del resto de grupos.

El vicepresidente Cofiño agradeció “el aliento empresarial” en ambas leyes, sobre el que, recalcó, “no tiene ningún complejo” así como al apoyo y “receptividad” del grupo parlamentario de Ciudadanos. También quiso dejar claro que la mayoría de sindicatos dieron su apoyo durante la negociación de la ley de empleo público, aunque en vísperas de este debate “muchos han manifestado su disconformidad” para apostillar a continuación que “la soberanía reside en esta Cámara”.

Luis Fanjul defendió que, gracias a su grupo, Ciudadanos, “no habrá barra libre” en la designación de subdirectores, ya que “será necesario que haya una dirección general de la que dependan cuatro servicios”. También destacó el límite fijado ahora de dos años a las comisiones de servicios, para acabar con la discrecionalidad en el uso de esa figura. “Con esta ley mejora mucho la función pública en Asturias”, sostuvo el diputado del grupo naranja. Luego, la portavoz, Susana Fernández, defendió el papel desempeñado por Cs en la tramitación de la ley de Calidad Ambiental: “Estamos orgullosos de haber construido una ley que será herramienta de desarrollo económico y de estímulo a la actividad empresarial”. Susana Fernández destacó el empeño del grupo naranja en haber enmendado la declaración responsable “para que no haya menoscabo del medio ambiente. Proteccionismo sí, pero inmovilismo nunca”, sostuvo para concluir que esta nueva ley “debe avanzar en el camino abierto por la ley de medidas administrativas urgentes”. Diametralmente opuesta fue la valoración de su antiguo compañero de bancada, Armando Fernández Bartolomé, ahora el Grupo Mixto, que aprovechó la ocasión para explicar en sede parlamentaria que fue expulsado de Cs “por la puerta de atrás” por votar la ley de medidas urgentes “en conciencia” tras recordar que Cofiño pactó su contenido “no con el grupo de Ciudadanos, sino con Luis Fanjul, Sergio García y Susana Fernández”. Para el “verso suelto” de la Cámara autonómica, “el resultado de la nueva ley de empleo público es mediocre”. Y como tras este largo pleno, solo quedará el de cierre, dentro de quince días, afirmó que la negociación de aquella ley desembocó “en el achatarramiento de la marca y la práctica desaparición como partido” en Asturias. Y al valorar también la ley de Calidad Ambiental, Bartolomé denunció “la debilidad preocupante de la oposición en esta Cámara”.

IU, que se reservó el palo de la sesión para la ley de calidad ambiental, ofreció la zanahoria en la ley de empleo público. “Nos vamos a sumar, con un sí sin mucho entusiasmo”, resumió de entrada Ovidio Zapico, que puso el acento en el mantenimiento del cuerpo auxiliar administrativo, así como en el avance que supondrá facilitar la movilidad laboral por motivos de salud, así como el teletrabajo o la incorporación de deportistas de alto nivel a la función pública. Mucho más duro se mostró el coordinador de Izquierda Unida al evaluar la ley de Calidad Ambiental, que saldrá adelante con los votos a favor del PSOE, PP y Ciudadanos. “Ustedes prefieren pactar con ellos, porque desde fuera mandan otras Cámaras”, reprochó Zapico en alusión a la influencia de la Cámara de Comercio de Oviedo en esta normativa, por la reivindicación de la figura de la declaración responsable también en materia medio ambiental. “Estamos ante un retroceso, volvemos a los años 70, los más negros del medio ambiente”, cuestionó el diputado de IU que, no obstante, tendió la mano para un gobierno de coalición tras el 28-M, que justificó en los siguientes términos: “No es una contradicción. No nos gusta cuando gobiernan solos y nos tocará garantizar un Gobierno progresista, frente a la alternativa del PP y Vox”, aventuró el coordinador general y cabeza de lista de IU en las próximas elecciones autonómicas.

La posición del PP sobre las dos leyes fue justo la inversa. Los populares asturianos anunciaron su voto favorable a la ley de Calidad Ambiental pero también sus reparos a la ley de empleo público. El diputado popular Javier Brea justificó el apoyo a una normativa que “persigue compatibilizar la protección del medio ambiente con la simplificación de procesos administrativos, algo que era urgente” y celebró que ponga fin al Reglamento de Actividades Molestas e Insalubres (RAMIN), que databa del año 1961 “porque Asturias era la única autonomía donde seguía vigente”. Brea apunto que “aunque no sería nuestra ley, y tiene un amplio margen de mejora, es positiva”. Su compañero de bancada, Pablo Álvarez-Pire, formuló los reparos a la ley de Empleo Público: “Los problemas de la burocracia no se solucionan con esta ley, hay que ser mucho más valiente, ir un paso o dos más allá”. El parlamentario popular alertó de que “los trabajadores del Principado no son los culpables de una burocracia desmedida”, de la que señaló como “culpables a los gobiernos socialistas, que han creado una maraña reglamentaria, con trámites infinitos”. Y concluyó deseando “un trabajo mucho más riguroso en la próxima legislatura”.

Ricardo Menéndez Salmón (Podemos) destacó el “ímprobo trabajo” del Letrado Mayor para la articulación de la nueva ley de empleo público y lamentó que “no se haya logrado eliminar la figura de los subdirectores generales” al tiempo que dejó patente su “estupor por la connivencia de seis grupos políticos”. Salmón recordó en sede parlamentaria la denuncia de los trabajadores públicos, trasladada en LA NUEVA ESPAÑA, de que en el Principado “hay muchos jefes para tan poca tropa”. Descontento por parte de Foro con las leyes administrativas de Cofiño. Adrián Pumares se demarcó de la ley de empleo público "porque no cumple con los grandes retos" de la Administración asturiana ni " tenemos claro que haga frente a su necesaria modernización".El portavoz forista veía a priori con mejores ojos la ley de Calidad Ambiental pero el rechazo del PSOE a alguna de sus enmiendas, que pedían más recursos a los ayuntamientos para su aplicación e introducir mayor "homogeneidad" en las declaraciones responsables medio ambientales, impidió su voto afirmativo. Vox votó en contra de ambas leyes, haciéndose eco del "malestar y protestas" que ha generado en la plantilla autonómica la de empleo público, por abrir la puerta "a una administración politizada por los afines al Gobierno, mediante la contratación libre de personal directivo", según subrayó su portavoz, Sara Álvarez Rouco. La portavoz de Vox también alertó sobre "los impuestos verdes, que no los concreta, pero ahí están" de la ley de Calidad Ambiental.

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