El Partido Popular bonificaría, si gobernase Asturias, el 99% del impuesto de sucesiones y donaciones para los grupos I y II, esto es, descendientes y ascendentes directos, incluyendo al cónyuge o a la pareja de hecho. Esta medida situaría a Asturias como la tercera comunidad que suprime este tributo, después de Andalucía y Madrid, donde también gobiernan los conservadores. En la actualidad, el Principado contempla una reducción de 300.000 euros en el gravamen sobre las herencias para los parientes directos.
Diego Canga y Pablo González expusieron ayer el programa fiscal con el que los populares concurrirán a las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. Diego Canga cimenta la necesidad de suprimir el tributo en lo que calificó como la "escasa competitividad fiscal de Asturias".
El PP plantea, por ejemplo, la deflactación de los tres primeros tramos del IRPF, que beneficiaría a los contribuyentes con rentas inferiores a 33.007 euros. De esta manera, se adecuarían los tramos impositivos a la inflación, con objeto de paliar sus efectos en las rentas medias y bajas. Otras comunidades autónomas del PP ya implementaron medidas en esta línea, amén de la Comunidad Valenciana y Aragón, gobernadas por el PSOE.
Canga pone también el foco en el reto demográfico. La receta popular en este apartado pasa por eliminar el IBI para todos los residentes en concejos con menos de 5.000 habitantes y en riesgo de despoblación. No sería un dinero que los ayuntamientos perderían de ingresar, ya que el PP habilitaría un mecanismo para compensarlos desde las arcas regionales. Se calcula que esto supondría 10,7 millones de euros. En los concejos cuya población oscila entre las 5.000 y las 20.000 personas, disfrutarían de esto los nuevos residentes durante su primer año de residencia, mientras que los inmuebles de uso empresarial privado estarían exentos de manera indefinida. Esta última propuesta ronda los 9,6 millones.
Otra propuesta es una deducción de 600 euros en el IRPF a mayores de 70 años. Y se plantea, para 49 concejos, en su mayor parte rurales, la bonificación completa de la transmisión de inmuebles por herencia o donación, sea cual sea el grado de parentesco, y la supresión también del impuesto de transmisiones patrimoniales en esos mismos territorios en la compraventa de inmuebles.
La atracción de inversión extranjera también figura en la estrategia tributaria revelada por los populares. Canga pretende conseguir este objetivo ofreciendo una desgravación del IRPF del 30% de la inversión que realicen (inmobiliaria o de otro tipo) a inversores que, teniendo su domicilio fuera de España en los últimos 5 años, fijen su residencia fiscal en el Principado. La propuesta sigue los pasos de la Comunidad de Madrid e incluso va más allá en el alcance de la deducción (20% en Madrid).
Para estimular la conciliación familiar, los populares abogan por introducir nuevas deducciones fiscales al tiempo que prometen revisar las ya existentes. Por ejemplo, a las familias con mayores dependientes a su cargo con renta inferior a 30.000 euros en declaraciones individuales o 40.000 en declaraciones conjuntas se les aplicaría una deducción del 15% sobre lo invertido en dichos cuidados.