Los que buscan escaño

Raquel L. Murias, candidata de SOS Asturias: "La mayoría de la gente vive asfixiada en la ciudad; el resto, muerta de pena en el pueblo"

"La Corredoria es uno de los grandes símbolos del vacío de los pueblos, no existiría sin las personas del medio rural que vinieron a vivir aquí"

Raquel L. Murias, en La Corredoria, en Oviedo. | Fernando Rodríguez

Raquel L. Murias, en La Corredoria, en Oviedo. | Fernando Rodríguez / Mariola Riera

Mariola Riera

Mariola Riera

La madre de Raquel López Murias salió apurada el 16 de marzo de 1981 de su casa en Boal para dar a luz en Oviedo. Pero no le dio tiempo, parió en Luarca. Anécdota que siempre ha contado con la gracia que la caracteriza y ahora le viene como anillo al dedo a la candidata a la Presidencia del Principado de SOS Asturias para entrar a saco en los objetivos de su formación, encuadrada en la plataforma de la España Vaciada: "Nada más nacer ya sufrí las consecuencias del abandono del Occidente, del medio rural, en tal mal estado estaban, y están, las carreteras que llegar a Oviedo era una odisea. De alguna forma aquello me marcó".

–Oiga, ¿por qué elige para la foto La Corredoria, un barrio no precisamente "vaciado"?

–La Corredoria es uno de los mayores símbolos que hay en Asturias del vacío de los pueblos. La Corredoria no existiría si no fuese por la gente del mundo rural que vino a vivir aquí. Hay calles enteras donde vive gente del Occidente, procedentes de villas y aldeas donde no pudieron quedarse a vivir. Por eso estamos aquí.

–Ustedes empezaron con SOS Occidente para canalizar el malestar de un territorio y ahora se presentan en toda Asturias.

–El malestar es generalizado, no es cuestión de una comarca o circunscripción, sino que hay en todos los lugares. No obstante, no son los mismos problemas los que tiene un paisano de Pesoz y de Castropol, o de Ponga y de Ribadesella. Nosotros somos el único partido político que está haciendo un programa por circunscripciones, nos adaptamos. La gente está muy ilusionada, el mensaje les llega porque nos cargamos a la espalda sus necesidades reales. Nos abrazan, nos dicen que adelante, que tenemos toda la razón, y eso te da más moral que el Alcoyano. Si Don Pelayo levantase la cabeza, votaría SOS Asturias.

–¿Son de izquierdas o derechas?

–Nos dicen de todo, pero es que en este movimiento hay de todo. Lógicamente tenemos pasado y hemos votado a unos y otros. Esos que nos engañaron. Somos un partido que lucha por el progreso de Asturias y que no nos vamos a encasillar en ninguna línea, porque es que no la tenemos. Venimos aquí a poner sentido común. No puede ser que el 80% del territorio esté abandonado. La mayoría de la gente vive en la ciudad asfixiada y el resto, muerta de pena en el pueblo.

–La batalla por el medio rural en estas elecciones es obvia.

–Esos que dan ahora la batalla por el medio rural, ¿por qué en 40 años que llevan gobernando no lo hicieron? (Adrián) Barbón dice en su campaña que es el momento de Asturias. ¿Antes no lo era? Pues gobernaban él y su partido. Nosotros ofrecemos credibilidad, honestidad y no medidas grandilocuentes, ni electoralistas. Buscamos arreglar y facilitar la vida del día a día a un paisano. Me acuerdo mucho de lo que decía Pedro de Silva, eso de que las alas de Asturias tienen que agitarse para que vuele Asturias. Pues ahora mismo esas alas están completamente abandonadas.

–¿Puede concretar?

–Hay que generar empleo, empleo y empleo. Ya está. Polígonos industriales a coste cero con empresas que se afinquen y contraten a nivel local; fiscalidad positiva para la gente que vive en el medio rural. No estamos pidiendo ningún privilegio, sino igualdad. Mejorar las comunicaciones, que los nenos y nenas no tengan que vivir cada año con el miedo a que les cierren el cole... Somos una alternativa nueva, con cargos limitados a 8 años y sin mochila política, nuestra ejecutiva es la gente. La Federación de Partidos de la España Vaciada te da completa libertad.

–¿Qué expectativas tienen?

–Vamos a ganar en Asturias.

–¿En serio?

–La moral está por las nubes.

–Las encuestas no dicen eso.

–Es que ni nos nombran. Pero mira, si naces en un pueblo con todo en contra, te das cuenta que a veces lo malo es bueno. ¿Por qué estar quejándose todo el día en el bar, en las reuniones familiares sin hacer más? Pues no, algo había que hacer. Y sí, creemos que vamos a ganar las elecciones. Honestamente. Confiamos en la inteligencia de la gente. Nada más. Nos da igual lo que digan las encuestas. Nosotros nos movemos por el corazón y por los abrazos.

–Oiga, yo soy de pueblo, pero vivo y trabajo en Oviedo. ¿Por qué iba a votar por usted?

–Porque en cuanto puedes te vas a Soto y allí eres la más feliz del mundo, te haces fotos y presumes en el prado con el ordenador... Igual que tú, muchos. Todo muy guapo, sí, pero eso hay que mantenerlo. Y a los pueblos, a la ganadería, la agricultura, que llenan los lineales del supermercado, les hemos dado la espalda. Debemos saldar la deuda histórica con el medio rural asturiano.

–Son pequeños y nuevos. ¿Les ningunean los partidos grandes y veteranos?

–Más que ninguneados, no vemos juego limpio. Es muy injusto. Nos autofinanciamos. Hay gente que lo da todo, mi sobrina me vino con su hucha, gente de los pueblos... El otro día sobre la marcha logramos reunir entre todos 6.000 euros para poder mandar el voto a casa.

–Ya para acabar, una cuestión personal: ¿que hace una maestra de profesión, periodista de vocación, metida en política queriendo ser presidenta de Asturias?

–Ya me conoces... Pero no se me olvida cuando me despedí de mi abuela Arcadia, 100 años, que murió en pandemia. Era y es un referente para mí, una mujer luchadora, que sacó a su familia adelante siendo ganadera, cartera, mandó a sus hijos a estudiar fuera. No se me olvida su mirada de profunda tristeza por ver su municipio, Boal, pasar de más de 7.000 habitantes a poco más de un millar ahora. "Están acabando con todo", decía. Veo ahora a mi sobrina Irene, preocupada, con 10 años, porque igual el año que viene no puede jugar a futbito, ya que no hay nenos para completar el equipo. Pues con ambas he decidido comprometerme y no pararé hasta volver a llenar de gente ese territorio. Se lo debemos a ellas, a toda la gente que lucha por Asturias.

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