Canga quiere que los jóvenes retornen: "Hay que ofrecer crecimiento y empleo"

El aspirante del PP lamenta la falta de oportunidades para las nuevas generaciones de asturianos emigrados: "Es muy difícil volver", le transmiten

En primer término, de espaldas, Manolo López; alrededor de la mesa, en el sentido de las agujas del reloj, Andrés Ruiz, Diego Canga, Yago García, Gonzalo Cadrecha, Cristina Martínez, Cándido Sánchez, Jaime Martínez, Álvaro Alonso, Javier Quesada y Adrián Carneado. | Luisma Murias

En primer término, de espaldas, Manolo López; alrededor de la mesa, en el sentido de las agujas del reloj, Andrés Ruiz, Diego Canga, Yago García, Gonzalo Cadrecha, Cristina Martínez, Cándido Sánchez, Jaime Martínez, Álvaro Alonso, Javier Quesada y Adrián Carneado. | Luisma Murias / M. G. Salas

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

Dice Diego Canga Fano que uno de los motivos por los que dejó su puesto "confortable" en Bruselas para volver a su Asturias natal y entrar en la política como candidato del PP a la presidencia del Principado son los jóvenes. "Tengo tres hijas de 29 a 32 años nacidas en la región y ninguna vive aquí. Cuando yo les digo que se vengan a trabajar, me contestan que ni locas, que a Asturias solo vienen de vacaciones...".

El alto funcionario en excedencia de la UE está empeñado, como padre y también como asturiano que estuvo más tiempo fuera que dentro de su tierra (33 frente a 25 años), en cambiar esta realidad. Su fórmula para conseguirlo es "bajar impuestos, reducir la burocracia, hacer que las empresas ganen tamaño y usar todos –insisto en todos– los fondos europeos".

Canga habla en una mesa repleta de jóvenes. Son diez, que forman parte de las Nuevas Generaciones del partido, y que exponen las penurias a las que se enfrentan en la región. Gonzalo Cadrecha, gijonés de 23 años, es uno de esos tantos asturianos que ha hecho las maletas para estudiar –en su caso, un grado de Relaciones Internacionales– y que ahora querría volver, pero no puede. No encuentra "oportunidades" laborales. "Una de mis ilusiones sería regresar a Asturias, pero es complicado... He vivido la experiencia de una gran ciudad, pero si quieres formar un proyecto vital, el Principado es el lugar perfecto", afirma. En la capital, Cadrecha está rodeado de asturianos: convive con uno, a tres calles tiene un piso con cinco amigos asturianos, muy cerca residen otros conocidos de la región... Y así a lo largo y ancho de Madrid.

Cándido Sánchez, abogado lenense de 31 años, lanza una pregunta: "¿A dónde se van los jóvenes asturianos?". Y sin esperar respuesta, contesta: "A Alemania, a Inglaterra, a Suiza... Y dentro de España, fundamentalmente, a Madrid". Eso, pasado al lenguaje político, es "a zonas gobernadas por los liberal-conservadores", en donde fabrican oportunidades y en donde "deberíamos fijarnos para copiar". Y en Asturias, apunta Sánchez, "tenemos una oportunidad con Diego Canga, que es además el candidato más trabajador". El aspirante popular hace una pausa para la publicidad: "Me he recorrido los 78 concejos de la región e incluso me he ido a Argentina, Chile, México...".

Canga, con una caña de cerveza en la mano, vuelve al debate de los jóvenes. "No solo está el salario laboral, también está el salario emocional. El problema es que en Asturias la diferencia es tan brutal que nadie vuelve. El único remedio es ofrecer crecimiento y empleo", reflexiona. En el caso de Javier Quesada, de 25 años y de San Martín del Rey Aurelio, pesó "mucho" el salario emocional y, por eso, decidió no mirar la mejor oferta, sino quedarse con la regional. Estudió el doble grado de Matemáticas y Física y, posteriormente, cursó un máster de Análisis de Datos. "Fuimos 60 compañeros de promoción, y de ellos, menos de diez somos lo que nos quedamos en Asturias. Y todo eso es talento que hemos formado –en la Universidad de Oviedo, en la que también estudió Derecho Diego Canga– y que ponemos a la puerta de otra comunidad autónoma o país", apunta Quesada subiendo el tono de la conversación.

En las Cuencas, además, "la mayoría no encuentra un trabajo y vive de prestaciones", protesta. Quesada acaba de recibir una "buena" oferta de Francia, pero por ahora descarta irse. Sabe que irse es no volver, o al menos, no en mucho tiempo.

Manolo López, ovetense de 26 años, interviene en el coloquio para decir que la Universidad de Oviedo goza de un "prestigio importante" fuera de nuestras fronteras. Él lo sabe de primera mano, ya que estuvo mes y medio en México. En su grupo de amigos son diez y "solo dos –remarca– quedamos en Asturias". Una prueba más de cómo están las cosas en el Principado para los veinteañeros. "Visto lo visto soy un futuro madrileño", lamenta Jaime Martínez, gijonés de 22 años y aún estudiante. Martínez incide en que lo que describe Cadrecha, Quesada o López es "extensible" a todos los jóvenes. "Solo hace falta ver nuestras caras", apostilla. De pesar.

Cristina Martínez, de 32 años y de Ribadesella, asegura que en villas como la suya "la desigualdad es aún mayor". Ella es profesora de Educación Primaria. "El motor del pueblo es turístico, así que, salvo en verano, el resto del año está muerto", se queja. En consecuencia, las oportunidades que tienen los jóvenes de quedarse donde nacieron son pocas o nulas.

Diego Canga, que anda estos días de campaña electoral como una moto de aquí para allá, expone su receta para luchar contra la fuga de talento. Son cuatro ejes repetidos muchas veces a lo largo de las últimas semanas: bajar impuestos –como el IRPF, eliminar sucesiones y donaciones y asumir el IBI en concejos de 5.000 habitantes–, reducir la burocracia, hacer que las pymes ganen tamaño –su objetivo para los cien primeros días de mandato es aplicar medidas para que 3.000 empresas puedan crecer– y usar "todos" los fondos europeos. Según el popular, que hasta el pasado noviembre fue director del ámbito agroalimentario de la Comisión Europea, Asturias perdió en seis años un total de 2.000 millones de euros por no salir a competir a Bruselas.

Con esas cuatro medidas, defiende Canga, "podremos reactivar la economía" y hacer que los jóvenes retornen y, los que están aquí, piensen en quedarse. "Tenemos 30.000 pymes y micropymes. Si cada una de ellas creasen solo un empleo, estaríamos hablando de 30.000 puestos de trabajo", dice Canga, que confiesa dolerle ver "la hemorragia demográfica" que sufre el Principado y a tantos jóvenes saliendo de las estaciones rumbo a la Meseta o al extranjero. "Lo que ofrece Barbón es más de lo mismo. Lo que proponemos nosotros es darle un giro de 180 grados a Asturias", remata Canga.

El aspirante popular aprovecha para meterle un poco más el dedo en el ojo a su contrincante socialista cuando se refiere a las Nuevas Generaciones. "Todos los que están aquí están trabajando, no viven de la política en contraposición a la cúpula del PSOE, con Barbón como máximo ejemplo. Nuestra manera de entender la política es prestar un servicio a los demás", concluye Diego Canga con el respaldo de toda la mesa.

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