El PSOE e Izquierda Unida ya han iniciado conversaciones de cara a acuerdos en el ámbito municipal y autonómico: se trata de contactos informales y oficiosos, pero que sirven para evaluar las exigencias y expectativas de cada partido. Los primeros movimientos se han establecido en el ámbito local por las organizaciones municipales. La previsión es que la próxima semana se intensifique el diálogo para lograr acuerdos en los concejos, como fase previa a abordar un acuerdo regional, pero ya parecen claras cuáles serán las plazas difíciles.
Al igual que en una partida de ajedrez, los socialistas y la coalición de izquierdas evalúan qué piezas está dispuestos a sacrificar para obtener un relato que no permita lecturas de vencedores y vencidos. La atención se dirige a San Martín del Rey Aurelio y Lena, dos plazas relevantes para cada partido (la primera para los socialistas, la segunda para IU), pero complementarias en caso de sacrificio. Sería como intercambiar un alfil por un caballo en una partida de ajedrez: ambas valen tres puntos y la pérdida compartida no condiciona las ventajas.
El orden es importante para seguir la evolución de las negociaciones entre PSOE e IU de cara a un acuerdo de gobierno autonómico. Por agenda, la prioridad será cerrar los pactos municipales. Y será después de estos cuando se evaluará cómo de tocadas quedan las relaciones entre ambos partidos de cara a abordar un gobierno de coalición o un apoyo al margen de compartir el Ejecutivo autonómico. IU se marca como objetivo entrar en el Gobierno regional, pero es consciente de que por medio se situarán las batallas locales, muchas veces determinadas por claves muy específicas al margen de los intereses globales de los partidos.
En este contexto, el gobierno de San Martín del Rey Aurelio puede ser clave. Ahí los socialistas ponen toda la carne en el asador; no en vano es el territorio del hasta ahora consejero de Industria, Enrique Fernández. El PSOE fue la fuerza más votada, pero se quedó a dos concejales. IU puede aportarlos, pero la coalición considera que el clima es favorable a un cambio de gobierno, que podría producirse con el apoyo de otras dos formaciones: la Agrupación de Electores de San Martín y Arranca San Martín, que sitúan en la órbita progresista. Si el PP respaldase ese cambio, sin entrar en el Gobierno, se cumpliría la condición de que no se propiciaría un gobierno de la derecha. De hecho, el diálogo entre esos partidos de San Martín ya va en ese sentido.
Pero esa plaza es muy relevante para los socialistas, hasta el punto de que podrían ponerla como condición necesaria para abrir las negociaciones a un futuro gobierno autonómico. Como contraataque, los socialistas podrán arrebatarle a IU la Alcaldía de Lena, respaldando un acuerdo con Compromiso por Lena, formación nacida de una escisión en la coalición de izquierdas.
Hay otros municipios que computarán para determinar cómo llegan las relaciones entre ambos partidos para abordar la negociación autonómica. Así, en Avilés el baile de un diputado que Cambia (confluencia de Podemos e IU) arrebataría al PSOE eleva los argumentos para forzar un gobierno de coalición. En Gozón, donde las relaciones entre IU y PSOE son malas, es posible que la coalición termine por abstenerse y dar pie a que gobierne la lista más votada, del PP, pese a contravenir las directrices federales. Otro tanto ocurre en Proaza, donde IU es determinante para inclinar hacia el PSOE o el PP la Alcaldía. En Candamo, la coalición mantiene abiertas negociaciones a ambos lados, aunque es probable que se incline hacia los socialistas.
En cualquier caso, el orden es clave: primero, PSOE e IU despejarán los acuerdos locales, evaluarán daños y beneficios y entonces podrán conocer en qué condiciones llegan al acuerdo regional. Por medio estará la negociación de la composición de la Mesa de la Junta, que podrá inclinar la balanza a favor o en contra del gobierno de coalición o que puede servir para pasar facturas.