El consejero de Hacienda, Guillermo Peláez, ha salido al paso de las críticas de la derecha sobre el volumen de empleo en la administración del Principado, ha calificado de “populismo fiscal” la bonificación del impuesto de Sucesiones en autonomías como “la Comunidad Valenciana con una deuda de 70.000 millones” y precisó que las rebajas “a cero” de los tributos al suelo rural y la extensión de deducciones a las familias con dos hijos se limitarán “a los concejos en riesgo de despoblación”, 54 de los 78 de toda Asturias. El responsable de la Hacienda pública asturiana ha descartado tocar el impuesto de Patrimonio y defendido “la vía fiscal asturiana” frente a la deflación del IRPF impulsada por otras comunidades autónomas, así como el mantenimiento del Impuesto de Sucesiones. Peláez ha aprovechado su primera intervención ante la Junta General para reivindicar como “reto inmediato” la aprobación del Presupuesto del Principado para 2024 porque “una prórroga sería un sinsentido: tendríamos recursos pero no podrían usarse por imperativo legal”. También ha anunciado la intención de reformar la ley de Hacienda asturiana y de convertir Sadei en una agencia autonómica.
“El 75 por ciento de los funcionarios autonómicos son médicos, maestros y profesores”, ha contestado el consejero de Hacienda, Guillermo Pelaéz, después de que el diputado Gonzalo Centeno (Vox) calificase de “malo” el aumento del gasto que supondrán las nuevas ofertas de plazas públicas anunciadas por el Gobierno dentro de sus planes para esta legislatura. El consejero sostuvo que “el incremento del coste está relacionado con la tasa de retorno que esos funcionarios suponen a la sociedad. Incrementar un trabajador público en la consejería de Hacienda va a permitir combatir en esa guerra a la burocracia y agilizar la eficiencia a los procesos de gestión. La consejería de Hacienda es la encargada de bombear sangre al conjunto de la Administración y estas contrataciones van a tener un efecto muy positivo”, aseguró Guillermo Peláez, que en su intervención anunció el refuerzo de la plantilla de su consejería, para contar con personal especializado que permita agilizar los procesos de contratación y “exprimir al máximo el Presupuesto”.
El nuevo consejero de Hacienda también ha señalado entre los objetivos de su departamento la unificación de sedes judiciales en Llamaquique (Oviedo), una operación que incluye el traslado de facultades de ese campo al espacio que ahora ocupan edificios del antiguo HUCA que serán derribados. Guillermo Peláez ha anunciado su intención de llevar a cabo en esta legislatura la reforma de la ley de Hacienda Pública del Principado, que data de 1988 "cuando aún no había sido transferida la competencia de sanidad y el presupuesto autonómico era en 1998 de 2000 milllones mientras este año año alcanzará los 6.000".
El PP mostró su "escepticismo" tras la presentación del consejero de Hacienda. El diputado Pablo González reconoció que "no hay ninguna coincidenia en fiscalidad, partimos posiciones muy opuestas" y alertó del riesgo que supone "abrir el melón de la financiación" en el actual escenario político nacional.
Gonzalo Centeno, de Vox, calificó de "confiscación y expolio" el esfuerzo fiscal al que se somete a los asturianos y reprochó que el Gobierno "bate récords de recaudación mientras los ciudadanos baten récords de miseria".
Delia Campoames, de IU, admitió "el alto grado de coincidencia" con los planteamientos fiscales del nuevo consejero de Hacienda y del Gobierno, del que forma parte la coalición: "Contarán con nuestro apoyo en la defensa de un programa pensado para responder a la mayoría social".
Adrian Pumares, portavoz del grupo mixto, manifestó su discrepancia en los planteamientos tributarios del Ejecutivo autonómico porque decisiones como no deflatar el IRPF o no bonificar el impuesto de sucesiones "convierten a Asturias en una isla fiscal", aunque avanzó la intención de Foro de afrontar la negociación del próximo Presupuesto "con ánimo constructivo y sincera voluntad de acuerdo".