Titubeos electorales

La preparación de las listas de Podemos e IU

Faltan menos de dos meses para las elecciones generales y sólo dos partidos asturianos tienen claro quiénes encabezarán sus listas: el PSOE, con Adriana Lastra, y Ciudadanos, con Ignacio Prendes. El resto aún está a la espera de lo que decidan sus militantes, sus direcciones regionales o estatales o no se sabe quién, que es el caso de Podemos.

Lo del partido morado no es algo de comprensión e interpretación fácil. Fue la formación que primero hizo primarias, de carácter estatal, allá por el mes de julio. Ganaron los seguidores de Pablo Iglesias y se decidió que la candidatura asturiana la encabezarían Sofía Castañón y Segundo González. Pero los sectores más influyentes de Podemos en la región (los que cuentan con la mayoría en el Consejo Ciudadano) siempre se opusieron a esta decisión por considerar que se había marginado a la organización regional. Y en esa posición se mantienen, según dejó ayer muy claro su portavoz en la Junta General del Principado, Emilio León, quien aseguró que la lista para el 20-D "no se cerrará hasta el último momento". Se supone que con la intención de imponer sus criterios en contra de los de Pablo Iglesias, algo muy improbable, toda vez que en Podemos (al menos por ahora) hay muy poca gente que dude de que éste es su principal y casi exclusiva baza electoral.

Pero con ser enrevesada la situación de Podemos más aún lo es la de Izquierda Unida. Su gran problema no es la falta de candidatos (que también). No, su principal problema es que han dado tantas vueltas en los últimos meses que sus votantes no van a saber, cuando llegue el momento de acudir a las urnas, qué papeleta van a tener que escoger. Hace ya tiempo que se olvidaron de la marca IU. Es como si apestase. Primero intentaron pactar su inclusión en Podemos. Cuando fueron rechazados crearon Ahora en Común, con la intención de atraer a los críticos con Pablo Iglesias en la formación morada. Pero ni éstos ni otros partidos como Equo estuvieron por la labor, por lo que al final se sacaron de la chistera una última denominación para su candidatura: Unidad Popular. Idas y venidas para nada, para prácticamente no sumar a nadie nuevo al proyecto de Izquierda Unida. Bueno, sí, para algo sí, para confundir a sus seguidores.

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