En corto y por derecho

Una conspiración amazónica

La raíz asturiana de los encuentros en Madrid entre los críticos con Pedro Sánchez

Asturias es, por derecho propio, el centro del mundo para analizar todo. Las comidas (y cenas) entre el exministro de Defensa y expresidente del Congreso, José Bono; el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero; el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y su homólogo en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, eran en los últimos tiempos un secreto a voces. Uno de sus puntos, en Madrid, es el Amazónico, establecimiento regentado en pleno barrio de Salamanca por Sandro Silva y Marta Seco, cuya historia gastronómica y de amor se fraguó en Oviedo. Ambos son los propietarios de otros conocidos negocios en la capital asturiana, como el Ten con Ten, El Paraguas y Quintín Ultramarinos.

En el Amazónico, ese exclusivo restaurante donde es fácil coincidir con futbolistas, modelos, realeza y gran parte de los responsables de las empresas del Ibex-35 degustando su rodicio brasileño o sus piñas asadas, parecen haberse fraguado algunos de los planes de un sector del PSOE para desbancar a su actual líder, Pedro Sánchez. Todos esos encuentros discurren en un ambiente discreto, aunque se sabe que este mes de septiembre ya han acudido al local del ovetense Sandro Silva en Madrid, al menos tres veces, según testigos oculares, el grupo de Zapatero, García-Page, Bono y Fernández Vara.

Sobre esas comidas, siempre en grupo, circula el rumor conspiratorio, que esta misma semana se hizo efectivo, al saltar por los aires la organización interna de Ferraz con la dimisión sin precedentes de 17 miembros de su ejecutiva. Entre tanto, en el portal Change.org se ha activado una recogida de firmas "Por un gobierno de izquierdas presidido por Pedro Sánchez".

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