Javier Fernández Fernández, presidente de la gestora del PSOE y del Principado de Asturias, ha subido al cajón del barómetro del CIS de los políticos que caen bien porque no caen mal y se lleva la medalla de bronce con 4,12 puntos; después de Joan Baldoví i Roda, portavoz de Compromís en el Congreso (4,22), y de Francesc Xavier Domènech Sampere, diputado de En Comù Podem (4,13). El PSOE con Javier obtiene buenas calificaciones, pero fuera de la relevancia, ese espacio que tan preocupados los tiene.

Frente a estos ganadores, el alumno con peores notas es Pablo Iglesias Turrión (2,87), el más relevante de Podemos, que tiene a quienes le quieren mucho y a quienes no le quieren nada de nada, y eso le rebaja la nota.

Como todos los malotes, tiene éxito entre los mejores: le recordarán besándose con Domènech. Ahí está, preparado para dominar el fin de semana informativo e intentar hacerse el señor de todos los círculos y con ello el príncipe de las mareas en Vistalegre II a pesar de que saca menos nota que Mariano Rajoy Brey, presidente del PP y del Gobierno de España (3,10), que ya es decir.

Los datos de Javier Fernández no dicen si conocerlo es amarlo porque no lo conoce el 70,6% de los encuestados y en eso se distancia mucho de Rajoy, al que desconoce un 0,2 y de Iglesias, que no les suena a un 1,9%. En desconocimiento, gana el gijonés Isidro Martínez Oblanca, portavoz de Foro en el Congreso, del que no sabe el 91% de los entrevistados. Quizá lo sorprendente es que le conozca el 9%. Y le conocen de verdad, porque le dan 2,7 puntos de valoración.

Hay otra clasificación que demuestra que hay un mundo entre los hechos y los deseos. Javier Fernández, como presidente del Principado, es el jefe de 35.000 funcionarios asturianos.

Pues los asturianos, cuando pueden escoger el jefe, eligen a Miguel Ángel Revilla Roiz, presidente de Cantabria; a Alberto Carlos Garzón Espinosa, coordinador federal de IU, y a Manuela Carmena Castrillo, alcaldesa de Madrid, según la encuesta realizada por la compañía de recursos humanos Adecco. Después a Alberto Carlos Rivera Díaz, líder de Ciudadanos, y a Íñigo Errejón Galván, secretario político de Podemos.

No quieren los asturianos de jefe a Pablo Iglesias, pero hay excepciones: Sofía Castañón, diputada de Podemos, que va con Iglesias, no con Errejón, es de Mortadelo, no de Filemón, que es Pepe Viyuela, el actor que sigue a Errejón.