Leo con expectación una entrevista con Arnaldo Otegui, líder de Sortu, a propósito del desarme de ETA. Dice que el desarme debería haber tenido lugar antes, aunque no dice cuánto antes. No es detalle menor, pues sabiendo el año sabríamos también cuantos muertos querría ahorrar al proceso. En todo caso hay que entender que él nos haría un descuento. Su autocrítica "más estructural y más profunda" consiste en no haber oído antes que la sociedad de Euskadi les pedía el fin de la lucha armada. Una cuestión auditiva, por tanto (tal vez causada por el estampido de los tiros y las bombas). O sea, la conciencia no les decía palabra de que asesinar a gente en defensa de unas ideas en una sociedad democrática estaba mal, el problema venía de sus trompas de Eustaquio, o bien de que el pueblo vasco les hablaba bajito. Caramba, cuando uno no tiene nada decente que decir es mejor quedarse callado.
