Probemos, primero, con el paradigma informático. La política odia los bloqueos, como un río odia las presas. El conflicto catalán había alcanzado un punto insoportable de bloqueo, y a la vez la corrupción desbordaba ya las alcantarillas, bloqueando la vida política. Veríamos así el apagón de Rajoy y el reinicio de Sánchez como un reseteo, una reacción del software del sistema para seguir funcionando. Pasemos ahora de la informática a la información histórica. Sólo tres partidos del arco parlamentario existían antes de la Guerra Civil: PSOE, PNV y Esquerra, los tres combatieron juntos y almacenan en su disco duro esa información, como una memoria familiar o un buqué común (decir pacto de sangre sería excesivo). El entendimiento de los tres ha sido clave. Para acabar el experimento crucemos las dos pruebas, dejando las explicaciones solventes para los analistas políticos internos (emic).