230424LNE ANGEL GONZALEZ 173522080

Para delfines, nosotros

El Cantábrico es un mar pequeño al que las corrientes dominantes hacen casi un fondo de saco. Últimamente pasan en él cosas extrañas, como los barquitos acosados por las orcas o, tal como acaba de ocurrir cerca de Candás, el varamiento de un gran grupo de delfines, un fenómeno que el humano no comprende. En realidad nuestra especie viene de los reptiles, y estos de unos peces de biología anfibia que un buen día decidieron probar suerte en tierra. Sin embargo imaginar que una partícula de esa memoria genética remota haya inducido a un líder visionario de la manada a volver a intentarlo, visto como se ha puesto el mar, es solo un juego poético. Es mucho más sencillo asumir la teoría de la desorientación, pues bien mirado sería lo que le está pasando a la especie humana, tan desorientada que destruye su propio medio sin tener recambio (y encima no se logra explicar lo de los delfines).

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