El hiperactivo presidente Adrián Barbón es más difícil de seguir que Forrest Gump en unos sanfermines. Multiplicado en varias cuentas en redes sociales (dos en Facebook, una en Twitter y otra en Instagram), tiene a los hosteleros asturianos al borde del esguince de pulgar, tratando de averiguar en qué post o en qué respuesta desliza que tendrán que bajar la persiana por la pandemia. ¿Anunciará el paso a la fase 1 con un "me gusta"?

Tanta actividad virtual también tiene sus riesgos. Por ejemplo, los últimos días el presidente asturiano se ha empleado en desmentir "fake news", como la que utilizaba una foto de hace meses en la que se les veía a él y a Adriana Lastra juntos, y en la que la vicesecretaria general del PSOE posaba con el cigarrillo en la mano en una terraza, o el comentario sobre dónde fue visto de vinos después de que presuntamente estuviese en una cena en la que uno de los comensales fue positivo por covid. Todo falsedad. El presidente multicanal se esmeró en desmontarlo, entre comentarios sobre teléfonos de centros de salud que nadie descuelga y retrasos en pruebas PCR.

En las redes y los guasaps, no obstante, ha sido la estrella últimamente el mensaje de audio que una empresaria de turismo de Laviana envió al hermano del Presidente. Resumiré el contenido diciendo que la empresaria cuestiona el llamamiento de Barbón a "autoconfinarse". "¿De qué piensa que vamos a vivir?", se pregunta entre alusiones a colgamientos de los dídimos desde el puente de Les Sinariegues. Habrá que estar atentos no sea que en el próximo Presupuesto regional haya una partida para demoler dicho puente y quitar ideas de la cabeza.