Estas líneas se deben a que en los últimos treinta años la ciudad y las gentes de Avilés, Castrillón, Gozón, Illas y Corvera se han visto acompañadas por el diario que aquí nos convoca. En ese trecho del largo camino de la historia nos ha contado muchas cosas, entre ellas la presencia constante de la Universidad de Oviedo en la comarca, incluso físicamente en los últimos quince años. Porque ya antes estaba aquí, en Avilés y en las demás ciudades y pueblos de Asturias, sobre todo desde que aquellos hombres del Grupo de Oviedo decidieron, hace ya más de ciento veinte años, sacar la Universidad de las aulas y extenderla a toda la sociedad.

De todo esto, LA NUEVA ESPAÑA nos ha contado mucho. Nos relató el nacimiento del Parque Científico Tecnológico Isla de la Innovación y cómo la colaboración del Ayuntamiento, de la Universidad, de centros de investigación y de las empresas comprometidas lo han hecho crecer y consolidarse. En 2016 nos anunció la conversión del Hospital San Agustín en Hospital Universitario y su inserción en la docencia y en la investigación. Y día a día nos informa de los cursos, conferencias, programas y actividades que se desarrollan en el Centro de Servicios Universitarios.

Pero miremos al futuro, un futuro que podemos imaginar brillante porque quienes lo construyen no deben ni pueden ponerle límites y porque la situación de pandemia de la que estamos comenzando a salir refuerza la fe en la increíble capacidad del ser humano para superar cualquier situación. Y por lo que a Avilés respecta no puede caber la menor duda habiendo demostrado como lo ha hecho su capacidad para resistir las adversidades económicas y sociales y para reinventarse y resurgir.

Y la Universidad de Oviedo, que como es voluntad del rector, Ignacio Villaverde, será cada vez más la Universidad de Asturias, estará ahí presente, al servicio de la sociedad a la que se debe. En palabras de la vicerrectora de Extensión Universitaria, será la Universidad en el territorio y, aquí y ahora, en Avilés y su comarca.

Y veremos cómo se desarrollan sus grandes potencialidades: el parque empresarial y el hospital –a los que ya nos hemos referido–, su Puerto y su innovador tejido empresarial. Y veremos crecer el turismo (en estos momentos, en que las playas de Castrillón comienzan a recibir sus primeros visitantes estivales, es una satisfacción ver ya también a muchos visitantes pasear por el precioso casco histórico de la ciudad), y seguiremos disfrutando de su rica oferta cultural. Y, como hemos dicho, ahí estará la Universidad desarrollando proyectos científicos y tecnológicos de innovación, investigando y creando espacios de debate y reflexión, colaborando en la búsqueda de soluciones a los problemas de todo orden que siempre acucian a cualquier comunidad y aportando sus propias propuestas culturales. El futuro es, sin duda, ilusionante.