Más de un centenar de puestos de artesanía, alimentación, bebida, y restauración se distribuyen por las calles del núcleo de la Villa medieval avilesina para reproducir el Mercado Medieval, una cita ya tradicional durante los festejos de San Agustín, patrono popular de la ciudad, que se recupera este año tras dos ejercicios de parón provocado por la pandemia. Calles engalanadas y más de 22 espectáculos callejeros atrajeron en una edición a miles de personas a pasear, comprar, y disfrutar en la Villa medieval de Asturias.

Un Mercado de historia medieval

El Mercado Medieval se inauguró el jueves esperando que, como siempre, una multitud de personas pudieran disfrutar de él, sin que importara la lluvia o el sol, el frío o el calor. La previsión, igual que en anteriores ediciones, era de una elevada participación de público, por lo que la Policía Local había diseñado un dispositivo para organizar el recorrido siguiendo un circuito, e incluso contemplaba la posibilidad de cerrar las calles para la distribución de los visitantes con el objetivo de evitar aglomeraciones.

Publico en la calle La Ferrería

Las calles del bullicio del medievo en Avilés son La Ferrería, El Sol, Jovellanos, Los Alas, Los Alfolíes, San Bernardo y La Fruta, además de las plazas de Alfonso VI, Carlos Lobo y Camposagrado. Todas ellas estarán engalanadas con estandartes, banderas, y escudos heráldicos y aún se pueden recorrer –hasta mañana incluido– para disfrutar de multitud de actividades entre las 11.00 y las 14.00 horas y de 17.00 a 24.00 horas.

La concejalía de Promoción de Ciudad ha organizado la distribución de más de un centenar de puestos de artesanía, alimentación y restauración, todo ello animado con 22 espectáculos callejeros diarios. Así, tanto los avilesinos como los visitantes que se encuentren en la ciudad pueden disfrutar de mucha música, danza, mitología, comedias, malabares, acrobacias, y teatro.

La plaza de Alfonso VI es, un año más, el centro de los talleres y fabricación artesana, juegos tradicionales, cuentacuentos, títeres y otros espectáculos diseñados expresamente para el público infantil.

A escasos metros, en la calle del Sol, también se instalan diferentes talleres en los que se muestran oficios tradicionales, como la orfebrería, o el soplado de vidrio.