A. P. GIÓN

La avilesina María Amor González guarda una última esperanza de reencontrarse con sus hijos en Avilés. Una vez resuelto el proceso de secuestro internacional de menores se tramitará, previsiblemente, la demanda de divorcio interpuesta por la madre ante los Juzgados avilesinos. La Audiencia Provincial dio hace meses la razón a González al emitir un fallo que recoge que los Juzgados españoles son competentes para tramitar su divorcio.

Por su parte, Moshe Elgozi también presentó en Israel una demanda de divorcio, según su abogado. Sin embargo, ambas partes aseguran que no tienen constancia de los procesos abiertos por los cónyuges en sus respectivos países.

«A nosotros no se nos ha notificado ninguna demanda de divorcio», señalaba ayer Abel Isaac Bedoya, que aseguró que María Amor González «tendrá las puertas abiertas para ver a sus hijos y comunicarse con ellos telefónicamente», y que en caso de que la madre obtenga la custodia «se tendrá que acatar» la decisión del Juzgado correspondiente. El propio Elgozi declaró hace unos días que no pondrá ningún impedimento para que los niños puedan estar en contacto con su madre. María Amor González, en cambio, teme que el estado de Israel no permita la devolución de sus cuatro hijos en caso de obtener la guarda y custodia en el proceso de divorcio. «La justicia me ha dado todas las garantías de que la ley se va a cumplir con el Convenio Internacional de La Haya, pero ninguna de que los vaya a volver a ver», señalaba el pasado miércoles a este periódico. Añadía que no pondría obstáculos para devolver a sus hijos, cumpliendo así la sentencia del auto del Juzgado número 5 de Avilés ratificado por la Audiencia Provincial. Pero la avilesina no pretende tirar la toalla. «Entrego a mis hijos para poder seguir mi lucha y poder traerlos de vuelta con la ley en la mano», insistió días atrás en declaraciones a este periódico.