T. C.

Las lonjas de Avilés y Santander tienen historias paralelas. En ambos casos, el punto de partida del conflicto pesquero comenzó tras proponer la Autoridad Portuaria un cambio de gestión en la rula.

El caso cántabro se inició en el año 2002, con la inauguración de una nueva rula. La gestión pasó entonces de manos de la cofradía de pescadores al Puerto lo que no supuso, sin embargo, una mejora en la captación de desembarcos, todo lo contrario, según explicaron hace unos años los responsables de la ya casi extinta Cofradía de Pescadores de Santander.

Ahora, la Autoridad Portuaria de Santander, seis años después de ese conflicto, ha convocado un concurso para la explotación de la lonja de pescado fresco, en el que entre los criterios básicos para su adjudicación se encuentra la experiencia del concursante en la subasta y comercialización del pescado. El Puerto, además, ofrece la gestión de la rula cántabra en un sólo paquete, no fraccionado como se hizo en su momento en Avilés.

En medios pesqueros próximos a las tesis de la Cofradía «Virgen de las Mareas» se considera eso como toque de aviso de lo que pueda llegar a pasar en Avilés si se continúan haciendo las cosas como hasta ahora y una constatación de que fue un error el modo de actuar llevado a cabo por la Autoridad Portuaria de Santander. Otros, sin embargo, consideran ese concurso una buena manera de que los armadores vuelvan a Santander, después de que hace años rechazaran la oferta del Puerto de esa ciudad para mantener sus desembarcos allí. Dicen, además, que ahora los dirigentes del Puerto cántabro están manteniendo negociaciones con los armadores.

El sector pesquero de Avilés se encuentra en estos momentos en un proceso de cambio, como el vivido en Santander, como consecuencia de la próxima apertura de la rula. El Puerto de Avilés quiere cambiar el actual sistema de gestión de esa instalación, ahora en manos de la Cofradía de Pescadores «Virgen de las Mareas», y formar una sociedad mixta en la que participen distintos organismos y entidades, como el Gobierno regional, la propia Autoridad Portuaria, Cámara de Comercio, la cofradía de pescadores, Lonja Avilés y mayoristas y minoristas. La futura conformación de la mesa accionarial dependerá, no obstante, de la capacidad negociadora de Manuel Docampo con los distintos frentes implicados. El presidente del Puerto se dio de plazo, a principios de año, hasta el mes de junio para tener clara la composición de la sociedad mixta.

Antes de llegar a la solución de la sociedad mixta, el Puerto convocó un concurso, que finalmente quedó desierto al no cumplir, supuestamente, ninguna de las presentadas, las condiciones requeridas.