M. MANCISIDOR

La violencia machista es una realidad en aumento que no entiende de edades: niñas, adolescentes, mujeres adultas y ancianas la padecen a diario. En el área sanitaria avilesina, los profesionales atendieron sólo en 2007 a 97 mujeres entre 4 y 77 años que precisaron servicios médicos por malos tratos, un 13 por ciento más que en el mismo período de 2006. Los servicios sanitarios -consultorios y hospitales- se han convertido así en las caras amigas de las maltratadas y en piezas clave para detectar nuevas agresiones.

El perfil de las mujeres que solicitaron atención sanitaria en los consultorios del área (formada por los concejos de Avilés, Castrillón, Corvera, Gozón, Illas, Pravia, Cudillero, Soto del Barco y Muros de Nalón) o en el San Agustín se caracterizó por tratarse de mujeres jóvenes. En el primer semestre del año pasado, el San Agustín atendió a un niña de 4 años víctima de violencia de género, la única menor de la región que ingresó en un centro hospitalario por un caso de violencia machista: fue agredida, supuestamente, por el compañero de su madre. En lo que va de 2008 el hospital ya ha atendido al menos un caso similar, cuando un bebé de Soto del Barco ingresó en el servicio de urgencias por supuestos malos tratos de sus progenitores. Si bien el grupo de edad desde bebés hasta los 14 años no es población diana del registro, en el caso de la menor tratada en el hospital avilesino los profesionales emitieron un informe dado que la afectada era hija de una mujer agredida.

Según los datos facilitados por la Consejería de Salud e incluidos en el registro Vimpa (violencia contra las mujeres del Principado de Asturias), el Hospital San Agustín multiplicó por tres el número de consultas que se realizaron en primaria. En total, los especialistas del San Agustín trataron a 68 mujeres -la mayoría en el servicio de urgencias-, mientras que los médicos de familia de los consultorios atendieron a 27 personas. En Asturias, los profesionales emitieron al Juzgado de violencia contra las mujeres 624 partes, veinte menos que en 2006. En el registro consta el lugar, la fecha y la hora de la agresión, la demora en la demanda de atención, el diagnóstico, los antecedentes de maltrato, la relación con el agresor y la edad.

De acuerdo con el número de casos atendidos, las agresiones a las que fueron sometidas las mujeres provenían, generalmente, de sus parejas. En el 31 por ciento de los casos el agresor fue el marido; en el 30 por ciento, la pareja sentimental, y en el 8 por ciento, las ex parejas. Las casos de malos tratos por parte de padres, padrastros y hermanos supusieron entre el 0,3 por ciento el 1 por ciento de las agresiones registradas en el área sanitaria.

En Avilés, las lesiones causadas por la agresión motivaron diagnósticos, de mayor a menor porcentaje, por contusiones, trastornos mentales, lesiones, esguinces y torceduras, heridas abiertas y lesiones intracraneales (excepto fracturas de cráneo). Salud recoge, además, que la violencia puede ser al mismo tiempo física, psíquica y sexual.